Escenarios hipotéticos I: Universo Mario

Julián Quijano [Mannequin] Artículos especiales - Humor

 

Inauguro esta serie de artículos, que estarán dedicada a especular qué pasaría si hubiésemos nacido en una de las distintas realidades que los videojuegos nos ofrecen. Comenzaré centrándome en Nintendo y, más concretamente, en el Universo propio de la saga Mario Bros. y sus distintas variaciones. Aquí intentaremos, con humor, aplicar una mirada crítica y analítica (siguiendo el estilo Nuevebits) a cómo sería vivir en esos sitios que tantas horas nos han robado.

Mario

Evadamos, para empezar, lo que todos sabemos: en este universo no eres más que un fontanero que, por culpa de estar expuesto a resíduos tóxicos al limpiar algún tipo de tubería, ha entrado en un estado alucinógeno en el que cree que puede volar, hacerse más grande, lanzar bolas de fuego y que ha de luchar contra tortugas y setas. Pero no pensemos ahora en ese fontanero próximo al coma, imaginemos ese peculiar mundo que su mente ha recreado.

peach

 

Positivamente diremos que aquí te harás rico. No sé exactamente cómo ni por qué, pero todos los lugares de este universo están llenos de monedas de oro. Además con dinero puede conseguir vidas extra. Otro punto a favor es que luchas por el amor (y los favores carnales) de la que considero la mejor mujer de Nintendo. Por si fuera poco, tienes una mascota de lo más molona. Finalmente, si consigues acabar un nivel, puedes hacer una de las cosas más divertidas que hay: subir unas escaleras y lanzarte al asta de una bandera, para bajar deslizándote. Posiblemente la única razón por la que llevas guantes.

mario


Pero, en realidad, éste es uno de los universos con más puntos en contra:

-La gastronomía es pobre. Te alimentas únicamente de setas y flores.

-Es un mundo duro. Además, para conseguir estos pobres sustentos, has de dedicarte constantemente a pegarle cabezasos a una serie de cubos de ladrillos que flotan en el aire. Hemorragias cerebrales internas aseguradas.

-Una vida solitaria. Vale, sí, tienes a la mujer más deseada del universo de los videojuegos (me da igual lo que diga el resto del mundo), pero no la ves casi nunca, pues pasa más tiempo con tu archienemigo. Triste. Tu compañía más habitual es tu hermano, también fontanero. Ya de por sí es triste dedicarse a la fontanería (con todos mis respetos al gremio), pero que no uno sino dos miembros de la familia acaben como tales ya son palabras mayores. El resto de tus amigos se compone de un Reino de setas parlanchinas incluso más odiosas que las que has de matar, y de una serie de personajes que te desprecian tanto que han conseguido sus propios Universos.

-Un entorno espeluznante. Es cierto que en otros universos vivirías en el espacio insondable o en una tierra fantástica llena de monstruos, pero esto es peor. Se trata de un lugar prácticamente surrealista. Tus enemigos son unas setas asquerosas y unas tortugas con alas. Tienes que pasarte media vida metiéndote en cañerías que te llevan a las jodidas alcantarillas. Algunas veces, incluso, en lugar de meterte en dichas cañerías, descubres que de ellas salen unas plantas carnívoras tan grandes como tú (y yo que ya tenía miedo ante la idea de que saliese una serpiente de mi inodoro). Y a veces, aunque estés en medio del desierto, hay pozos sin fondo que significan una muerte automática. En otros universos existen criaturas que ganan de sobras a las de aquí, pero el conjunto del Reino Champiñón es bastante asqueroso.

-Mal metabolismo. Te pasas media vida haciendo deportes. Tenis, carreras de coches, básquet, fútbol, béisbol, etc. Y sin embargo no dejas de estar regordete. Hasta Sonic, que en un principio estaba como tú, ha adelgazado con los años. Encima te alimentas de mierda (recordemos el primer punto en contra). Así que no disfrutas comiendo, pero tu cuerpo acaba estando para el arrastre. Si no te lo haces mirar es probable que acabe dándote un paro cardíaco en medio de un partido de tenis o de una carrera de karts. Pero, vaya, el único médico del lugar eres tú, y lo único que sabes hacer como tal es juntar gérmenes cuales piezas de tetris para hacer que desaparezcan. No creo que eso vaya a salvarte de las nefastas consecuencias de tus evidentes problemas vasculares.

Pero bueno, todas estas dificultades no hacen más que aumentar el valor del inmenso premio que habita este escenario.