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mi�rcoles 25.nov 2009
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Parasite Eve

Escrito por Adrián Suárez,

 

Parasite Eve es un curioso experimento que Squaresoft se sacó de la manga en 1998. Basado en la novela del mismo nombre, realizada por Hideaki Sena – sí, yo también me acabo de enterar de que hay una novela e intentaré conseguirla -  las Playstation americanas y japonesas recibieron una divertida mezcla de rol, acción y terror Light. A nosotros sólo nos llegó su segunda parte en el 2000, una desafortunada continuación a la que le concedí un par de intentos antes de dejarla.

 Parasite Eve

La historia de Aya Brea compone uno de esos sorprendentes cuadros con los que Square-Enix decide sorprendernos a veces; el último fue el enorme “The world ends with you”, otro que será considerado obra maestra dentro de 20 años, cuando la Nintendo DS se tome como retro y algún aficionado decida recordarlo. Esos dos, junto con el también genial Vagrant Story, resultan especialmente agradables al tirar al traste las convenciones propias de Final Fantasy varios. Una ambientación particular, unos combates sorprendentes y unos personajes muy especiales.

 New York fue el escenario elegido para que unas terroríficas mitocondrias decidieran hacer arder nuestros cuerpos sin compasión; sí, amiguitos, todos las tenemos dentro y son como las nubes, ahí… conspirando, esperando su oportunidad. El traslado a tierras occidentales conllevó también un cambio en el sistema de juego transformando los combates por turnos en unos curiosos encuentros de medios tiempos, donde las pausas nos permitían movernos y situarnos para nuestro próximo ataque. Había magias, distintas habilidades y curas pero lo más interesante era que no se te conducía a una segunda pantalla donde la realidad se plegaba para que pudieras luchar. En lugar del ridículo cambio de escala de personajes, escenarios, armas y enemigos de Final Fantasy VII al entrar en batalla, con el consiguiente tiempo de carga y escena pesada introductoria pre-encuentro, Parasite Eve ofrecía una reacción más realista al reflejar el ring donde pelear e inmediata al hacerlo, la cámara fija se situaba marcando vistas amplias, permitiendo que en cualquier espacio se desencadenara una rápida confrontación. Nunca luchar contra criaturas mutadas por unas malvadas células en el centro de New York, vestida monísima y en solitario cuando podrías conseguir el respaldo de la policia entera, fue tan realista. También encomiable la traducción de espadas a pistolas de diversos tipos y elementos para modificarlas, fusionarlas y llegar a crear una única arma definitiva, una manera natural de marcar un camino, no sólo con la trama en sí, sino también con la evolución lineal de nuestro armamento.

  La protagonista, la gran Aya Brea, fue una inmejorable guía para la introducción de elementos occidentales en un título de corazón japonés. Las mazmorras recibieron un importante lavado de cara y pasaron a ser el museo de historia natural, las cloacas de la ciudad, el Carnegie Hall y otros puntos característicos de New York. La ambientación ganaba enteros al introducir la noche navideña como elemento unificador de la trama y reloj natural de la aventura, un agradable paseo en una etapa tan conocida gracias a películas made in hollywood. Muy fino el trabajo para jugar con tantos tópicos pero sin caer en ellos e incluso introduciéndolos con habilidad en el argumento y el contenido general, como la presentación de Eve y su melodía mientras el público ardía en la ópera. Miguel hubiera querido un poco más de respeto hacia él en este apartado, adorable picaruelo seductor ¡olé!

 

 

 

 El componente occidental se nos sirve en una bandeja japonesa con la irremisible regresión a la infancia de la protagonista, los vínculos familiares y la necesidad de luchar sólo contra tu propio destino. La suma resulta agradable aunque la historia de las mitocondrias cueste creérsela y sea imprescindible no tomársela demasiado en serio para disfrutar del producto; haciéndolo, se consigue un conjunto muy interesante y atemporal. Parasite Eve es un muy buen juego lo juegues en la época en la que lo juegues gracias, sobretodo,  a sus maravillosos combates a turnos en tiempo activo sobre los que Square-Enix sigue trabajando, sentando cátedra en Final Fantasy XII, explorando en los límites de su profundidad con Vagrant Story y los de la originalidad con The worlds ends with you. Ahora que sabemos que el 9 de marzo tendremos una evolución de este sistema con Final Fantasy XIII, sólo puedo entusiasmarme por catar sus novedades. Se ha anunciado una tercera parte para PSP de las aventuras de Aya Brea pero ya ha pasado más de un año de aquello y todavía no se ha mostrado nada más que un puñado de buenas intenciones; aunque sólo saber que Square-Enix quiere continuar con la saga ya es una importante noticia siempre que vuelvan al rumbo de la entrega original y menos por el de la segunda.

Parasite Eve, nuevebits 

Publicado el : Retro, Análisis
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Actualizado ( Lunes, 23 de Noviembre de 2009 08:59 )  

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