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Curiosamente, vivimos en la generación online y los modos cooperativos no son ni la mitad de divertidos que la época de 16-bits, son pocos los títulos que me han permitido disfrutar de experiencias similares a una tarde de Streets of Rage a dobles; pero llegan tiempos de cambio…

El disfrute online es el terreno donde más tropas han desplegado las desarrolladoras. Sabiendo que es un valor seguro para que sus juegos puedan ser disfrutados durante más tiempo, ya que con un planteamiento inicial los jugadores pueden tirarse horas peleando o disparándose entre ellos, las compañías suelen incluir un puñado de modos para que puedas entretenerte una vez acabado el desarrollo principal de la aventura. Lamentablemente, muchos de estos modos nada tienen que ver con el juego en sí, con las características o la trama original de un título por el que uno ha estado suspirando meses e incluso años. Uno de los debates más recurrentes en blogs y webs, además de si las notas son importantes o no, por qué los DLC son tan malos, el precio de los juegos, la censura o cómo es posible que un juego con tetas, zombis y katanas no haya quedado como clásico eterno, es aquel que pregunta ¿es imprescindible que todos los títulos tengan modo online, sin importar qué modos o las características del título? Sin duda, todos responderemos “depende” porque las virtudes online de Sin and Punishment 2 son de vergüenza (subir tus marcas a la red) pero las de Resident Evil 5 han conseguido salvar al juego de la quema y hacerlo pasar de ser un juego decepcionante a uno decepcionante pero divertido como ninguno ¿por qué? Por un genial modo cooperativo que nos lleva a realizar la aventura principal entre dos amigos.

Es por ello que no acabo de comprender cómo títulos como Bioshock 2 deciden sacarse de la manga un modo competitivo, cuando Modern Warfare 2 o Battlefield lo tienen todo ganado, en lugar de llevar al jugador a probar Rapture en compañía de un amigo. La naturaleza de la obra de 2K Marin es predominantemente monojugador pero ¿y la revisita en un modo de dificultad elevado? ¿Y si al acabarte el juego se desbloqueara la opción de que un plásmido creará un clon de ti mismo que te acompañara al combate? ¿No sería una auténtica locura? Pensad que han escogido a un estudio únicamente para crear un modo online del que nadie se acordará al cabo de cinco meses.

El modo cooperativo tiende a comprenderse para juegos donde la historia no tenga un gran peso, incluso sagas con tramas relativamente sugerentes, como Resident Evil, han descafeinado su peso al incluir un modo coop. Lo mismo le ha sucedido a Borderlands, un título al que le ha faltado ese poquito de chicha para ser un excelente juego en lugar de uno que olvidar tras acabar la partida. Splinter Cell Conviction o Uncharted 2 han optado por incluir misiones alternativas a dos jugadores, de nuevo, dejando la aventura principal para jugar en solitario; pero un auténtico juego entre amigos tiene que tener la trama original como soporte de la diversión porque, sino, pierde gran parte de su gracia.

Afortunadamente, esta tónica tiene pinta de cambiar: Dead Rising aportará un coop durante toda la aventura principal (muy grande, Luis Capcom) como también el Super Street Fighter IV permitirá hacer equipos con tus amigos para pelear contra gente de otros lugares. Gears of War 3 ha prometido un multijugador a cuatro para la trama principal y hasta Kojima nos traerá un Metal Gear para disfrutar con tres amigos más, cuando la diversión de un título de este estilo parece imposible de ser compartida. No nos olvidemos del rumor aquel que apuntaba un cooperativo online para God of War 3, que si bien ha quedado desmentido, demuestra el interés del jugón por este interesante modo.

También se puede ser creativo al respecto, si un autor le pide a su obra que tenga que ser jugada sola, existen formas de incluir un cooperativo de manera satisfactoria. Namco-Bandai ha confirmado que hará llegar Demon´s Soul a nuestro país. Cuando comencemos a jugar al título descubriremos charcos de sangre en el suelo, al pisarlos podremos presenciar la muerte de otros jugadores a modo de advertencia de lo que se nos avecina, también se nos dará la posibilidad de dejar mensajes a los jugadores que en un futuro pasen por ahí y lo más interesante: permitir que, una vez estemos muertos, nuestro fantasma se ofrezca a un jugador vivo, junto con hasta un total de otros tres difuntos para enfrentarnos a un enemigo, triunfar y volver a la vida; y no sólo eso, también jugadores ajenos a nosotros pueden asaltar nuestro nivel para cobrarse nuestra cabeza. Sorprendernos de esta genialidad es la muestra de que al modo cooperativo aún le queda mucho por ofrecernos.

El disfrute entre amigos da también lugar a títulos que lo tienen como base única, el ejemplo más evidente son todos aquellos multimasivos online y en menor medida la saga Monster Hunter o el futuro God Eater de PSP, juegos maravillosos que se vuelven increíbles si te juntas en una casa con cuatro amigos e incluso el reciente M.A.G. aunque ¿sería posible combinar estas opciones con una historia poderosa? ¿o realmente las historias épicas han de ser disfrutadas en soledad? Este artículo vale para ofreceros mi humilde opinión y es que, en la medida de lo posible, un cooperativo que te permita disfrutar en compañía de la trama principal, es lo más grande que puede contener un videojuego

Imagen de la portada extraída de www.brickshelf.com