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Hace unos meses llegó a nuestras consolas un nuevo título basado en las aventuras de Batman, el hombre murciélago, creado por un estudio de nombre casi desconocido. Todo parecía indicar que sería un juego del montón; pero nada más lejos de la realidad, Batman Arkham Asylum ha llegado a ser considerado, por muchos aficionados, como el mejor juego de superhéroes de todos los tiempos. Veamos por qué.

Rocksteady era un estudio del que poca gente había oído hablar. Su único título antes del que nos ocupa había sido Urban Chaos, un FPS notable para Xbox y PS2, pero todo cambiaría tras el anuncio de Batman: Arkham Asylum, juego que tomaría como escenario el famoso manicomio-prisión de Gotham City (que es donde encierran a los villanos más temidos y desquiciados de la ciudad), tomando como principal enemigo al Joker, eterno rival de Batman. Los primeros vistazos apuntaban a que sería un nuevo sacacuartos y las expectativas eran muy pocas, olía a un vago aprovechamiento del tirón de la magnífica película recién estrenada “El caballero Oscuro”, una excusa perfecta para que la gente comprase el juego; incluso llegué a leer que sería una continuación directa del film.

Poco a poco la información fue siendo cada vez más clara, todos se iban  dando cuenta de que no era un juego de superhéroes más, que era una obra con potencial suficiente como para atraer la atención de los jugadores más curtidos; y así fue. Una vez el título vio la luz, empezó a recibir notas altísimas por parte de la crítica y los usuarios sólo hablaban maravillas de él. Incluso ha llegado a conseguir premios a su calidad, permitiéndose sus recadores el lujo de relanzarlo en una edición especial en 3D y con contenido extra.

Pero antes de meternos de lleno con el título que ha armado tanto revuelo, repasemos rápidamente la trayectoria del murciélago por los circuitos de nuestras consolas. El primer juego que protagonizó fue lanzado en los ordenadores de 8 bits bajo el tajante título de Batman. El juego llegaba al usuario a través de una  perspectiva isométrica que los tipos más “ancianos” del lugar recordarán con especial cariño. También apareció un notable título de acción basado en la primera de las películas: Batman The Movie, al que que tuve el placer de jugar bastante y que ya apuntaba maneras, demostrando que la licencia del hombre murciélago podía dar mucho de sí. El juego en cuestión fue desarrollado por la mítica compañía OCEAN. Aparte del citado y de la obra de Rocksteady, no he tenido la suerte de probar un gran número de títulos más de Batman, y los que he probado no han sido gran cosa, entregas para PlayStation y Gamecube que prefiero obviar en este artículo. Tan sólo diré que son juegos que, sin ser del todo malos y teniendo ciertos detalles destacables, no están a la altura del personaje. Pero investigando por la red de redes he descubierto que uno de los más valorados es el que apareció en Sega Mega Drive, también basado en la peli de Tim Burton, que tenía hasta su correspondiente fase de conducción en el batmovil… tengo que probarlo en cuanto pueda.

Por supuesto, he de  mencionar el Lego Batman de Traveller’s Tales. Un título que demuestra cómo un personaje tan serio como Batman puede llegar a tener un lado divertido, siempre que se enfoque de la manera correcta, lejos de ser una simple parodia, y apto para todo tipo de públicos. Un complemento ideal para Arkham Asylum.

Volviendo al título de Rocksteady, el mayor logro que atesora es que se toma en serio al personaje que lo protagoniza. Lejos de ser un título más que coja a Batman y le dé enemigos a mansalva para que los destroce, cuenta con un desarrollo muy bien pensado, fijándose en el pasado del hombre murciélago y poniendo mucho empeño en las relaciones que tiene con la gente que le rodea, tanto aliados como enemigos. Incluso se guarda alguna que otra sorpresa que pondrá a los jugadores los pelos de punta a poco que les gusten las aventuras de Batman. A todo esto se suma un magnífico doblaje al castellano, especialmente para la voz del Joker.

Básicamente encontramos tres partes bien diferenciadas, en cada una de ellas se aprecia claramente la influencia de otros tres títulos concretos. Batman es enemigo de las armas en sí, sólo usa sofisticados gadgets para acabar con sus enemigos, además de la fuerza bruta. Es por ello que deberemos de evitar a toda costa el combate contra enemigos armados, entrando aquí en juego las fases de sigilo. En ellas debemos ocultar a Batman entre las sombras, haciendo uso de todas las ayudas que el escenario, nuestros gadgets y nuestra habilidad nos den. Claramente, para esta parte del juego se han fijado mucho en el sistema de juego de Splinter Cell, aunque debido a la mayor agilidad de Batman frente a los toscos y pausados movimientos de Sam Fisher hasta la cuarta entrega, esta sección se hace mucho más inmersiva y rápida, teniendo en todo momento la sensación de que Batman es el cazador y los enemigos son las presas… hasta que nos detectan, momento en el que cambian los papeles. Batman incorpora un visor de Rayos X para saber en todo momento dónde están los enemigos, cosa muy útil en estas fases, ayudando a intensificar la sensación de ser el cazador.

Cuando encontremos enemigos que no vayan armados con armas de fuego, Batman hará uso de su fuerza, teniendo estas fases de pelea un estilo de juego claramente inspirado en los combates de las entregas arenosas de Prince of Persia. Nos enfrentaremos al mismo tiempo a varios enemigos, con un sistema de batalla muy sencillo que nos permite realizar una gran gama de movimientos con combinaciones de botones muy sencillas. Quizás para la segunda parte deban añadirle algo de profundidad a este apartado, que ya de por sí es muy bueno, pero le falta una chispa para obtener una personalidad totalmente auténtica.

El último modo que encontramos en este Batman: Arkham Asylum es la parte de exploración. La encontramos al recorrer los escenarios del juego en los que descifrar los 240 enigmas que nos propone el enemigo homónimo. Esta parte recuerda poderosamente a Metroid Prime, ya que debemos ir escaneando los escenarios con nuestro visor, anteriormente citado, buscando aquellos puntos del escenario con los que podemos interactuar directamente o con ayuda de alguno de los juguetes que vamos obteniendo, como la propia Samus que tiene que romper partes del escenario para conseguir misiles o las minas de la morfosfera.

Una vez explicado el sistema de juego veamos los puntos fuertes y los puntos “mejorables” para futuras entregas. Como he dicho anteriormente, su gran baza es la fidelidad al personaje, a su personalidad, sus habilidades, su vida… Otro de los grandes aciertos del juego es la representación perfecta de cada uno de los villanos a los que hacemos frente, empezando por el Joker, nuestro principal enemigo que se hace presente durante toda la aventura. Incluso cuando no lo tenemos enfrente escuchamos sus habituales chistes por megafonía o se muestra en las pantallas que pueblan todo el manicomio; y éste es sólo uno, el resto de enemigos están a su altura, incluso Enigma que no llega a aparecer de forma física. Según vayamos desbloqueando los secretos del juego accederemos a abundante información de muchos de los personajes aparecidos en los cómics, modelos 3D de los personajes y desafíos que cuentan con marcadores onlin; aunque no sean otra cosa que las fases que ya hemos jugado en el modo Historia.

Como puntos mejorables, que no malos, puedo citar algunos. Para empezar, agradezco sinceramente la simplicidad del sistema de combate, sin embargo se echa en falta algún que otro movimiento más para darle algo más de variedad. Otro punto discutible es el aprendizaje de habilidades, pues para conseguirlas debemos obtener cierta experiencia y luego elegir una de éstas habilidades, siendo unas más útiles que otras. Quizás ponerles precio independiente o intentar fomentar las situaciones en las que usar las más, a priori, inútiles, fuese un acierto (la “pistola de silicona” explosiva no la llegué a usar ni una sola vez como arma, pese a que cuenta con varias mejoras). También tengo que destacar el asunto del visor. En algunas situaciones se hace imprescindible, pero al final se abusa demasiado de él, llegando a hacer del juego una experiencia demasiado sencilla. Este error se ha tenido en cuenta en Splinter Cell Conviction, dónde el efecto del visor dura unos segundos, lo que, personalmente, me parece mucho mejor.

Ya por último unos añadidos interesantes podrían ser alguna fase en Batmovil, siempre y cuando la hagan con cabeza y no lo transformen en un insulso sandbox que no beneficiaría al murciélago en absoluto. Otro añadido que veremos casi con total seguridad será la aparición de nuevos enemigos del murciélago (ya se rumorea la aparición de Dos Caras); y por último, se habla mucho (o se desea, más bien) que haya más personajes controlables, e incluso un modo cooperativo con Robin como secundario… que, la verdad, no sé como encajaría en la historia. Quizás debiera hacerse como modo aparte en forma de beat’em up. Pero estás son sólo las opiniones de un humilde redactor. ¿Qué esperáis vosotros para la futura secuela de ésta obra de arte que ya tiene un hueco en la historia de los videojuegos?