Nuevebits

Jugando a… Bulletstorm

Frenético y divertido, la obra de People Can Flay, con el apoyo de Epic, es un desparrame de diversión, casquería, humor lleno de tacos y tiros y más tiros.

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_Intro

Sin ser muy aficionado a los shooters, recibí de buen grado este Bulletstorm ya que es muy fiel al planteamiento que nos han estado vendiendo desde su anuncio. “Diviértete”, ésa es la máxima de este título, gracias a situaciones ya vistas en otros títulos pero aderezadas con una manera muy particular de enfrentarnos a ellas.

La acción nos pone en la piel de Grayson, un cruce perfecto entre Marcus Fenix y Lobezno. Como todo héroe – antihéroe que se precie, le va beber, meter pullitas a todo aquel que le toque los cojones y, aunque es un durezas, tiene un corazoncito dulce entre tanto sarcasmo. Como miembro de una milicia encargada de acabar con la vida con una serie de sujetos, en principio malvados, pronto se dan cuenta de que él y todo su escuadrón han sido engañados, siendo sus objetivos no otra cosa que civiles, periodistas y gente de bien. Rabiosos por la traición, nos ponemos en pie de guerra contra nuestro líder: Sarrano (sí, un nombre poco afortunado, pero como tiene la voz de House hace gracia). Tras una serie de sucesos acabamos en un planeta con nuestra meta a siete actos de nuestros pies, la vida de Sarrano debe llegar a su fin.

En ocasiones protagonizo Bulletstorm

Con un planteamiento común (y narrado de manera muy regulera pero con diálogos descacharrantes) a muchos otros títulos se prepara ante nosotros un shooter que no es para nada revolucionario, ya que nos armamos del látigo del muchacho de Just Cause 2 y del deslizamiento de Vanquish, ello sumado a una patada marca de la casa y a una suerte de armas, son la clave del título. Digo esto porque en los anuncios se dejaba ver algo del estilo “un shooter distinto” y no es realmente distinto en tanto que “revolucionario” porque lo elementos con los que juega ya están vistos, en realidad es “un shooter muy viciosete y divertido” porque eso sí lo consigue, llevando al jugador a una experiencia que tiene un ritmo muy bien medido.

_ Vicios y virtudes

Bulletstorm atrapa desde el principio ya que la combinación “atrapa a un tío con el látigo-dale una patada-dispárale-vuélvele a coger-empújalo contra una planta carnívora” está muy conseguida, sobretodo porque cada arma tiene sus cositas, cada una empuja o hiere al enemigo de manera particular y cada escenario tiene sus momentos; en lugar de planta carnívora, di cáctus, o pinchos en la pared o unos cables de alta tensión, o… Consiguiendo siempre una experiencia videoclipesca apasionante, todo ello sumado a un desparrame luminoso de brillo y diseños maravillosos en lo que a entornos se refiere.

Grayson intentando placar a un Actimel

¿Dónde falla Bulletstorm y por qué no se ha hartado de llevarse dieces a cascoporro? Porque podría ser mucho mejor de lo que ya es si se tomara más en serio a sí mismo. Su planteamiento jugable es muy rico con poca cosa: puntos por combinar distintos golpes, por mezclar patadas y electricidad y bombas y…. algo que funciona y que hace de su campaña algo maravilloso que te acabas y te quedas genial, pero sería estupendo poder reiniciar la aventura tomando el control de otro de sus protagonistas teniendo golpes distintos o jugando en cooperativo mezclando poderes de uno y de otro; y así con muchas otras cosas, algo que, posiblemente acaben incluyendo en una, más que posible si éste vende, segunda parte.

Bulletstorm tiene un capacidad innata de molar, el humor que destila es brutal y uno no se cansa de hostiar y disparar. La acción está dividida en: emboscadas de los enemigos, momentos a bordos de vehículos, escalada de plataformas y ratos de disparos continuos a objetivos. La entrega de los momentos está muy bien medida y la duración del título es perfecta para la fórmula que plantea, pero al carecer de opciones póstumas uno se queda con ganas de más, ya que aunque la duración sea la correcta si sólo hay tres tardes de frenesí, sabe a poco. A su vez, la dificultad y la forma de obrar se subdivide en función de los enemigos con los que nos topamos, con una evolución similar a la de Resident Evil: zombies, hunters y superbicho; pero de nuevo la cosa se acaba cuando todo está en su punto más alto.

Pateando culos ¡Aplastando culos! ¡¡Y consiguiendo armas nuevas con ello!!

Una vez acabado el juego, la mejor opción (en caso de querer seguir) es adentrarse en el modo “flashback” y adentrarse en la ingente cantidad de combos que el juego esconde para desbloquearlos todos ya que nos habremos perdido la mitad (porque hay chorrocientos y no todos son obvios) donde descubriremos la auténtica riqueza de un juego divertidísimo al que le falta una chispa en modo de multijugador y cooperativo para ser perfecto.

En resumen, tenemos un producto muy divertido que te tendrá cuatro tardes perfectas pegado a la consola, técnicamente precioso con un excelente doblaje y una acción desbordante cuyo único fallo es no querer dar más al jugador de lo que ya de por sí da. Si te lo empiezas, te lo acabarás.

Conclusión: