A vueltas con los shooters
Siguiendo con esta serie de artículos basados en la Gamescom, toca hablar de dos títulos semejantes y distintos. La competencia es genial, así como MW3 y BF3.
Este año me he aficionado mucho a los shooters y su online y la culpa la tiene Black Ops. Pese a sus comentados defectos, la esencia del título me impide dejar de jugar: partidas a buen ritmo, siempre gente online, entretenidas emboscadas, tiroteos uno contra uno… vamos, que nunca pensé que me fuera gustar tanto y enamoradito me quedé. Luego llegó Steam con su sexi (y gratis) Team Fortress 2 y su Left 4 Dead 2 a 10 euros y me di cuenta que disparar era para mí ¡Quién me lo iba a decir, a mis años! Yo que siempre he sido rolero y de aventuras y me veo enamorado de estas ensaladas de tiros; quien sabe, quizás dentro de unos años hasta acaben gustándome los de fútbol.
Debido a mi salida del armario shooteriana, tenía muchas ganas de probar ambos títulos, Modern Warfare 3 y Battlefield 3 y comparar (uno de los mejores deportes nacionales). Yo no era el único con esta necesidad, las expectativas con ambos títulos eran muy altas y con una saga como modern warfare ya totalmente chequeada, quedaba ver qué tenía para ofrecer Battlefield 3.
El título de DICE se presentó a la prensa (…ays, qué bonito fue eso de ser prensa por tres días ¡¡Vamos, Parker, quiero esas fotos en primera página mañana!! ¡Paren las rotativas!) a través de un modo cooperativo , no sin antes recordarnos, con un maravilloso vídeo con trocitos ingame, las bondades de éste en lo que será su vertiente más jugada: el online competitivo. 64 jugadores que se darán cera en unos grandes escenarios muy destructibles donde se pretende combinar lo cerrado con lo abierto, para obtener partidas variadas donde se puedan producir situaciones complejas y no estar todo el tiempo preocupado de los putos snipers. Esta variedad de campos se dejó sentir también en el modo coleguitas en cuestión que pudimos probar.
La misión a desempeñar era la de ir a por un rehén y luego escoltarlo a un lugar seguro. Los primeros compases permitían practicar la infiltración o ir a machete a por tu objetivo. . El desarollo entre pasillos remataba con el encuentro con el rehén, al sacarlo afuera, tuvimos que proteger su vida a través de calles más amplias, con snipers y soldados de calle dándonos caña.
El juego conseguía transmitir la sensación de una guerra, de un conflicto entre dos bandos donde tu vida está en juego. Evidentemente, técnicamente lucía maravilloso (y eso que no era en PC, sino en PS3; y oye, nada que achacarle) y sí que era cierto eso de la destrucción interactiva, desde emboscadas tendidas a través de una puerta cerrada, abierta a escopetazos, al asedio de tu propia vida mientras te parapetas tras una columna y ésta se va puliendo con las balas que tú consigues esquivar… aunque eso sí, pelín lineal.
Quedé muy contento con el empleo y control de las armas, un tanto más complejo (por temas de precisión y retrocesos que en MW3), con lo “rompible” que parecía todo y por o fluido que el título permitía moverte.
Se nos mostró también algo que parecía evidente tras el gesto de Call of Duty Elite, habló de algo similar para Battlefield 3, un gestor de nuestra experiencia para favorecer las discusiones y la comunidad ¿La diferencia principal? Éste es gratis, aunque también es cierto que al no centrar la presentación en este complemento social no sé si llega al nivel de Elite que si bien tiene partes de pago, ofrece opciones muy interesantes.
Elite había acaparado toda mi atención, incluso más que el propio MW3. El hecho de otorgar una persistencia más allá de las partidas me pareció una apuesta muy interesante; y que Battlefield también vaya a contar con ella, además de un acierto, me confirmó que este sistema favorecería al jugador (a ver si también lo ponen en Street Fighter y amigos).
Básicamente, la idea es que si tú estás tomándote una caña en el bar, puedas comprobar tus avances en el juego y los de tus amig@s mientras esperas que llegué tu muchach@.
Ofreciendo una serie de contenidos que resulten interesantes para que te apetezca acceder a ellos. En ese sentido, podemos realizar algo tan curioso como examinar todas las muertes producidas en una partida para aprender cómo hemos muerto, ver vídeos expicativos de las distintas armas, con sus stats comentados y poner a prueba nuestra efectividad comparándola con la de los demás. Se ha prometido un mayor soporte a la subida y visionado de vídeos, inclus otorgando importantes premios a los que suban los más divertidos. En este punto me quedé un poco “tristón”, digamos, ya que se hizo más hincapié en favorecer el upload de vídeos guasones a otros de top tiers enseñándote cómo jugar en determinados mapas.
Pero el plato fuerte viene con la organización de los clanes. Desde Elite puede formar grupos, puede mejorar dentro de ellos y éste puede aumentar su nivel, permitiendo ser enfrentado en estadísticas a otro rival; me lo tiro.
Ahora llegaban nuestras preguntas ¿Que será de pago? ¿Qué será gratis? Pues mirar nuestros avances, será sin pagar pero para distintas opciones de, por ejemplo, el tema de los grupos habrá que pasar por caja. No especificó cuales en concreto, pero aún así la apuesta es buena. La conclusión de si es mejor lo de BF o Elite la tendemos cuando ambos estén disponibles con sus respectivos juegos. Así, opinando a lo loco, me pareció que Elite era más potente, pero la de BF es gratis y ese punto de partida siempre es muy interesante.
Llegamos al fin a la prueba de la demo del modo supervivencia de MW3, guiada por un compi de la compañía. Al comenzar a jugar te das cuenta de que Modern Warfare tiene muy claras las ideas a la hora de cómo realizar un shooter. En Battlefield se busca un mayor realismo pese a ser permisivo con lo arcade, mientras que MW es puro arcade, siempre con sus premios, con sus impactos, dejando a un lado la elegancia del título de DICE y centrándose en la sorpresa y en la satisfacción continua.
El modo supervivencia consiste en resistir junto con un compañero las oleadas de enemigos que llegan en tandas. Me explicó mi maestro de ceremonias que el nivel a jugar tenía una posición perfecta para ser superado con éxito, en este caso era permanecer bajo un puente, así que ahí me metí.
El modo es muy divertido y me gustó más que las misiones en coop del anterior. Intenso aunque fácil (me da a mí que a estas demos les bajan el nivel de dificultad para que no nos frustremos muriendo y muriendo) y con fuego amigo activo; le pregunté luego si el fuego amigo era una idea de diseño o una opción sin más; no me supo contestar de manera directa así que me supongo que sería la opción b.
En este modo en cuestión liquidamos primero a soldados, luego a perros, a helicópteros y rematamos con una especie de guerrero acorazado, de nombre juggernaut, con sus mecánicas de ataque propias; sí, como en un título arcade de vieja escuela (molan los final bosses) .Me gustó, al sumar muertes te daban dinero que te permitían leveler el arma y comprar otras para hacer frente a nuevos rivales, así que todo estupendo.
Con todo, se me hace muy difícil elegir uno de los dos, los modos estaban bien pero eran bastante descafeinados, alegrándome de que cada título apueste por algo distinto, Battlefield va a su rollo, quiere hacerte sentir lo que es el traqueteo de un arma entre el polvo y la destrucción de la guerra, Modern Warfare no, apostando por el frenetismo de querer conseguir más puntos sumando muerte tras muerte. Los dos tienen su hueco en el mercado y los dos me ilusionan, aunque esta indecisión tan neutral se disolverá tras pasar un mesecito envuelto en los multijugador online que ambas compañías proponen; veamos cómo se enfrenta MW3 a ese “64 jugadores online”