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 Los hechos policiales ocurrieron así: el miércoles 11 de marzo a las 9:30 de la mañana, el autor de los hechos, llamado Tim Kretschmer, se dirigió a su antigua escuela con una de las 18 armas que tenía su padre en casa, con la simple intención de matar a quien se pusiera en frente. Al llegar a su destino, vestido con ropa de camuflaje, el joven mató a 15 personas tomando su “venganza personal hacia la vida” y posteriormente se suicidó al verse acorralado por la policía; ahora… ¿Qué monos pintan aquí los video juegos? La respuesta es fácil: el niñito jugaba a “Counter Strike” y ahora asocian a este juego con uno de los factores determinantes del asesinato... Extraído de la revista Gamer

Jugadores, no os engañéis, en nuestor interior se esconde un maquiavélico asesino. Sé que muchos diréis que no, que son sólo locuras de la prensa amarilla y de madres tan escandalizadas como aburridas, las mismas que intentan que empolléis libros sobre la segunda guerra mundial pero que gritan de terror al veros jugar a un título donde has de recorrerte la fría estepa rusa acabando con nazis; y aprendiendo por el camino, claro, para algo están las intros informativas y las sabias palabras de nuestro -siempre de vacaciones- sargento. Un oscuro sicario nos corroe las entrañas para que saquemos de dentro y pongamos en práctica lo aprendido. Sí, para que esprintéis hacia ese joven por la calle y le clavéis un puñal hasta la muerte al grito de "¡diez puntos!"; es un cosa que siempre apetece, para que os carguéis a alguien a puñetazos exigiéndole que os devuelva a vuestra novia secuestrada: "¡Devuélveme a mi novia, cabrón!" "¡Pero si eres un freak, no hay lugar para el amor en tu corazón de polígonos y píxeles!" "¡Pues entonces dame mis logros, cabrón!". Lo estáis entendiendo, este artículo no ha sido creado para demonizar las voces que claman por una censura absoluta ¡al contrario! suya es la razón, queremos sangre, queremos muerte y vísceras, queremos un plan maléfico que derrotar y estamos esperando que algún día amanezca nuestro destino cuan sol en el horizonte que nos ilumine. Mamá ¿por qué nunca te hice caso? Necesitamos que alguien ponga freno a nuestra sed insana ¡malditos adictos!

Ahora entiendo, querida madre, tu cara de terror incomprensible al verme corriendo con un erizo azul por loopings en el medio de un bosque mientras atacaba saltamontes cibernéticos "¿y eso para qué es?", tu expresión frustrante al intentar explicarte por qué tenía que transformar a esa niña con la jeringa en la mano en una babosa para poder alimentarme con ella "ya ¿pero para qué?", y ese miedo en tu maternal gesto al desarrollar mi soliloquio sobre la importancia narrativa de tener que recuperar el dinero que esa puta me había robado "en serio hijo ¿por qué me haces atravesar el pasillo de casa para ver esto?" ¡Lo hacemos porque necesitamos ayuda! Siempre que llamamos a alguien alejado del mundo de los videojuegos para que vea lo que acabamos de hacer no lo hacemos para presumir, no lo hacemos para satisfacer nuestro retorcido ego, llamamos a esas personas para que nos rescaten de nuestro mundo de zoofilia -siempre te amé, sonic-, pederastía - ays esas little sister perturbadoras - y maltrato femenino, porque donde nosotros vemos una burla al sistema social americano, o una caracterización de una situación determinada, ellos ven simple violencia gratuita ¡y eso es lo que es en realidad, cegados jugadores!. Así, cuando un niño de quince años coge una de las 18 armas que su padre tenía en casa y se carga a 15 de sus compañeros de clase, nosotros nos pensamos que su problema radica en los nefastos padres que le tocaron en suerte, la falta de cariño, sus complejos, sus miedos, en que nadie jamás le ha dado un abrazo, en que el precavido de su padre tenía 18 armas ¡¡¡18!!! para proteger su casa de los 18 tipos de asaltantes que hay en el juego - la escopeta de fuego protónica no funciona contra los supuestos ladrones de plasma vulcaniano-...; mira que somos idiotas descerebrados ¡¿pero no habéis leído que el niño jugaba al Counterstrike?! Blanco y en botella. Un freak podrá decir que eso pasó porque el padre jamás se sentó a explicarle al muchacho la diferencia entre fantasía y realidad para contextualizar su mente y hacerla madurar, que el joven se sentía tan frustrado y tan poco escuchado que se entregó a lo único que le otorgaba algo de paz, que felicidades, padres, por dejar la educación de vuestros hijos a la tele y a los videojuegos y que de un padre maltratador sale un hijo maltratador -recordemos que el padre tenía 18 armas ¡¡¡18!!!- ¡Pero jugaba al Counterstrike! ¿Por qué los jugadores nos esforzamos en buscar respuestas complicadas a problemas tan sencillos? Si juega al Counterstrike asesinará a balazos, si juega al gta asaltará a puñetazos a la gente y si juega a Mario, acabará pensando que la solución a sus problemas está en las setas.

 

Como habéis podido comprobar, sí, la culpa es de los videojuegos, nos sumergen en un mundo perfecto del que no queremos escapar, nos invitan al autismo y a la incomunicación, nos lavan el cerebro y hacen algo más: instruirnos en la cultura de la violencia "¿por qué?" os preguntaréis; porque quieren crear soldados para sus guerras del mañana, así de sencillo. Seguro que todos habéis oído hablar de las guerras de compañías ¿verdad? lo de Sega contra Nintendose dio paso a la nuevas tecnologías en tres dimensiones que permitían unos gráficos más realistas y unas batallas más complejas; pero no os penséis que se dio el salto a la playstation cuando se alcanzó la técnica adecuada, se dio el salto cuando los jugadores ya habíamos aprendido lo básico: a solucionar las complejas situaciones en pos de la consecución de nuestro objetivo con las aventuras gráficas , la importancia de la estrategia en los combates con los juegos de rol, a no desistir cuando queríamos derrotar a un enemigo común por muy difícil que fuera el terreno con los plataformas... y cuando vieron que eso ya lo teníamos chupado, se pasó a los juegos en tres dimensiones donde las situaciones eran más reales y podíamos ampliar nuestros conocimientos en esa "cultura de la guerra". Ahora que ya estamos creciditos y sabemos cómo calcular el ángulo de lanzamiento adecuado para incrustarle en la boca una granada de mano a un castor de terracota situado en su madriguera a trescientos metros de distancia, se están dando los primeros pasos en pos de la inminente guerra para la que nos han educado desde que éramos pequeñitos ¿os habéis dado un paseo por los foros? Sony contra Microsoft contra Nintendo ¡cada día que pasa la batalla está mas cercana! ¡los foros están más llenos que nunca de fanboys y locos anarcosindicalistas-terroristas dispuestos a darlo todo por su bandera! Y vuestra madre os avisó de que todo esto pasaría ¿El tal Tim Kretschmer? Eso es que cuando llegas a la fase ocho del CounterStrike se te activa un chip de conducta, instalado en tu cerebro por el propio pc o consola,que te obliga ir a un instituto y cargarte a unos cuantos para que los supervivientes corran a comprarse un equipo y aprender a manejar armas con los videojuegos para defenderse del próximo ataque. La batalla final está cerca y esto es algo evidente, no hay explicación más veraz.

 

Ahora ya sabemos que los videojuegos instruyen a los jóvenes a cómo enfrentarse a una guerra ¿pero qué me decís de esos juegos de Nintendo tipo brain training? ¡Esos son aún peores! ¡Padres del mundo, también hay que apartar esos títulos de nuestras manos! porque si con el Counterstrike aprendemos como emplear armas de fuego, el doctor Kawashima nos enseñará a realizar tácticas más elaboradas ¡seremos imparables! sólo hay que pensar un poco en ello, fijaos en Nintendo ¿os pensáis que es ajena a esta batalla? ¿realmente creeis que su rollo "la familia mola" es lo que parece? Lo que pasa es que ha detectado que la mayoría de los que vician sin parar están de buen año y quiere ponerlos a correr para que estén en forma con su wii-fit, reactivar sus neuronas con el brain training, aprender distintas disciplinas con el wii-sports, saber cómo soportar las drogas alucinógenas que las compañías enemigas emplearán sobre ellos para hacerles confesar donde se esconde Miyamoto con el Wario ware; y cuando lo han conseguido ¡pum! te sacan un Mad World con su creatividad homicida ¿casualidad? y tras haber aprendido las mejores ocho formas de cómo empalar a un seguero, Nintendo anuncia que Modern Warfare 2 saldrá para Wii ¿otra casualidad? ¡No! sólo que Nintendo nos quiere poner en situación, en una guerra de verdad con nuestros sentidos ya preparados ¡y el wiimote se transformará en un rifle láser dispuesto a masacrar sonyers y xboxers!

Fuertes, inteligentes, creativos y preparados, así son los soldados de Nintendo. La Gran N prepara una ofensiva total con nosotros, ¡con vuestros hijos, padres del mundo! Por supuesto que los otros dos se han dado cuenta de todo esto ¿conquistar a los casuals? ¿realmente os tragáis ese mojón? El Wand y el Natal no son más que herramientas para poder sentir, como nunca, la auténtica sensación de emplear un arma y de estrangular en el caso del Natal, una continuación del entrenamiento para volvernos más precisos y poder competir contra las tropas capitaneadas por los hijos de Mario. No dejéis que el vil atractivo de Amparo Baró os confunda, mis ingenuos progenitores, sus dulces palabras con sabor a werther´s original sólo quieren haceros pensar que no hay nada de malo en esa adorable consolita portátil de dos pantallas y stick ¡pero en el fondo se trata de un arma doble! ¡La ds no es otra cosa que una lanza arranca ojos y un letal escudo-pinza! 

...Míralos ahí... conspirando los dos...

 Por eso, adorables progenitores y auténticos protagonistas de este artículo, jamás habléis con vuestros hijos porque están locos, no os sentéis a su lado cuando enciendan la consola para explicarles lo que sale en la pantalla, mejor componed una cara de asco y ridiculizad un medio expresivo tan potente e influyente como es el  del videojuego, es sabido que el rechazo y la incomprensión educa al hombre de mañana y siempre, siempre, sacad vuestras propias conclusiones sin investigar porque... ¡Bip-Bip! ¡Oh, disculpad! Es mi chip de conducta, he de ir a impartir un poco de justicia.

Lawrence Kutner y Cheryl Olson, investigadores de la Universidad Estadounidense de Harvard, han realizado un estudio que demuestra la poca o nula influencia de los videojuegos en el comportamiento violento de los niños y que será publicado a modo de libro bajo el evocador título: ‘Grand Theft Childhood: La sorprendente verdad acerca de los videojuegos y qué pueden hacer los padres’. fuente: Vidaextra

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