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Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: “¡Ven!”. Salió otro caballo, de color rojizo. Al que lo montaba le fue dado poder para quitar la paz de la tierra y hacer que se mataran unos a otros. Y se le dio una espada muy grande. (Apocalipsis 6-8)

La feroz competencia del sector, junto con la necesidad básica de sacar beneficio del producto, obliga a las desarrolladoras a apostar por franquicias ya consolidadas (COD), personal de renombre que crean expectación y delirio (Miyamoto), e incluso por historias del cine (Avatar) o del cómic (Batman). A falta de todo lo anterior, sólo queda el ingenio de los autores para crear algo fresco y original que atraiga al usuario, o por otra parte, reutilizar ideas ya existentes y darles nueva forma.

Muchos han sido los títulos que se han nutrido de grandes ideas ya concebidas en el mundo del videojuego, salvando algunas pocas excepciones, las referencias a otras creaciones es continua. Cine, literatura, cómic y videojuego van cogidos de la mano más que nunca en esta nueva era del ocio, saltando de un formato a otro, a veces con mucho o poco acierto, pero absorbiendo ideas y estilos que se creían exclusivos de cada uno.

Si tuviéramos que analizar de dónde saca sus referencias este Darksiders, tendríamos que nombrar a todos los formatos ya mencionados.  Utilizaremos al mismo protagonista de esta historia, el Jinete del Apocalipsis Guerra, uno de los cuatro 4 que acompañarán al apocalipsis según Juan, discípulo de Jesús; armado con una espada de su misma envergadura nombrada Devoracaos, con un guantelete en su mano izquierda de deformes proporciones con poderes mágicos y capaz de transformarse en un monstruo de llamas y colosal tamaño. En pocas líneas ya he nombrado a la Biblia, a las espadas de Dante o de Cloud, al brazo de Hellboy y a un Balrog, pero aquí no acaba la cosa, a medida que avanzo en la historia, podría mencionaros a Epona, Link, Kratos, Panzer Dragon, Raziel y otras referencias que poco a poco iremos descubriendo.

El escritor Clive Barker’s fue para Jericho lo que el dibujante de cómics Joe Madureira para Darksiders, pura inspiración. Cada día es más frecuente ver a grandes autores del mundo del cómic o de la literatura inmersos en este tipo de proyectos, sea el ejemplo más conocido en la actualidad, DC Universe del dibujante  Jim Lee. No voy a ponerme a explicar ahora la importancia de un buen diseño artístico a la hora de desarrollar un juego, pero lo que sí os quiero explicar es lo muy bien trabajado que está en este Blu-ray. Ángeles y demonios son carnaza habitual en este tipo de creaciones; por no hablar de zombis, pero estos ángeles salidos de una partida de Warhammer junto con la espectacularidad del diseño de los demonios, dan al título un aire diferente y muy grato para la vista. Lástima que no pueda decir lo mismo de los entornos, tanto los espacios abiertos como los cerrados, no consiguen transmitir la misma fuerza que los personajes que los habitan.

No puedo dejar de comparar el desarrollo de este título con juegos como Soul Reaven o cualquiera de los Zelda’s, el hecho de utilizar bombas que surgen de plantas “infernales” o la posibilidad de ver el mundo real y el de los espíritus, obliga a cualquiera con memoria a pensar que ya ha jugado a este título anteriormente.

Cuando de dar tortas se trata, Guerra no se queda atrás, brutal y espectacular a la vez que sencillo de controlar, botón cuadrado y stick de dirección son suficientes para quitarte de encima a los enemigos más débiles, los acostumbrados botones de fijación de enemigo, punto de mira cual shooter, esquiva y bloqueo también están presentes. Podremos acabar con nuestros rivales pulsando el circulo una vez estén bastante vapuleados sin necesidad de Quick Time Events. Llegar y aplastar cráneos, así de fácil.

En nuestra odisea particular nos iremos encontrando multitud de personajes que querrán vernos muertos, por suerte tenemos a Vulgrim, el sólo quiere de nosotros las almas que recojamos en nuestro camino, todo lo destructible es un recipiente de almas y a cuantas más tengamos, más podremos comerciar. Nuevas habilidades, armas, objetos y mejoras varias nos son ofrecidas por el bueno de Vulgrim, es lo más parecido a un aliado ya que en diversas ocasiones, son sus poderes los que nos permiten avanzar durante la aventura. Un “angelito” de demonio.

Pero no todo se trata de avanzar, cortar cabezas y luchar contra enormes enemigos, el factor exploración y avance mediante puzles de mazmorras está muy presente en Darksiders. En esos momentos del juego, el número de enemigos se reduce drásticamente para concentrar los esfuerzos del jugador en simplemente avanzar mediante explosiones, palancas, saltos y lianas. Al que le gusten los ritmos más frenéticos no encontrará satisfactoria estas zonas, pero a mí en particular, me agrada poder alternar la continua masacre de enemigos por zonas más tranquilas de exploración, le da un aire más aventurero que se agradece en un género que se vuelca única y exclusivamente a machacar botones sin respiro. Las horas de diversión están aseguradas y más si dedicas tiempo a la búsqueda de los cofres, cosa que recomiendo con fervor, suculentos objetos te esperan si eres buen explorador.

Antes de concluir quisiera dar la gracias por la localización del juego, empieza a agradarme de veras el poder escuchar mis juegos en la lengua de Cervantes. En cuanto a la música, creo que es ya de todos bien conocido que los encargados de ponerle la nota al juego son los responsables de hacer lo mismo con los God of War, con lo que tengo poco que decir, deliciosa.

Después del decepcionante Devil May Cry 4 o el primerizo Heavenly Sword, llega una nueva hornada de tortas con Dante´s Inferno, Bayonetta y este Darksiders. Tuve mi “miedito” al adquirirlo, pero se ha convertido en una agradable sorpresa repleta de diversión y horas de juego. Si por alguna razón no forma parte de mi panteón particular es por su falta de innovación en el género, por la continua sensación de haberlo jugado ya; que aunque a priori sea su talón de Aquiles, también es su mayor virtud, mezclando pinceladas de diferentes obras, los chicos de THQ han sabido dibujar su propio cuadro y aquel que se pare a observarlo, aunque reconozca sus muchas influencias, disfrutará contemplándolo.

Puntuación final: 70/100