Una presentación desenfadada, un argumento hilarante, aventuras y mezcla de estilos son las señas de identidad de esta nueva entrega de Mario en formato portátil.
Todo comenzó con aquel Super Mario RPG: Legend of the seven Stars de Squaresoft aparecido en 1996 para la extinta Super Nes. El lanzamiento de dicho título al mercado dio el pistoletazo de salida a las disputas vividas por la desarrolladora y Nintendo, que concluyeron con la salida de Final Fantasy VII en Psone en lugar de en Nintendo 64. Pese al percance, la saga proliferó de la mano de compañías ajenas a Square, ofreciendo siempre al jugador perspectivas nunca vistas dentro mundo poblado de champiñones. En esta ocasión, la nintendo ds, la consola que parece haber conseguido limar asperezas entre Square y la gran N, acoge la tercera entrega de la saga, y pinta mejor que nunca.
Con Nintendo como desarrolladora y distribuidora, los dos hermanos se presentan para solucionar un nuevo problema que está sacudiendo el reino champiñón: una infección está haciendo hinchar a sus habitantes tras la ingesta de unas maléficas setas, y el culpable parece ser un misterioso ser oculto tras una capa. Pero su plan no se limita a hacer engordar a todo el mundo, la segunda parte de su plan pasa por seducir a Bowser para que se coma otro champiñón que concede la habilidad de transformar la garganta en un vórtice que todo lo engulle, y así, los hermanos fontaneros acaban en el fondo del estómago de su archienemigo. Con medio Reino Champiñón en las tripas de Bowser, éste se siente débil y hasta ha perdido su hálito de fuego, ocasión que el misterioso malvado aprovecha para salir volando hacia su nuevo hogar: el castillo de Bowser, cuyas tropas ya han tomado.
Un enemigo común más malvado que el propio habitual de la serie, y una puesta en escena realmente chocante, obligarán al dinosaurio a trabajar en común con Mario y Luigi. El primero querrá recuperar su fortaleza, avanzando por el Reino Champión, y los hermanos tendrán como objetivo salir del estómago en el que están prisioneros, ayudar a escapar al resto de sus amigos engullidos y salvar el día transitando por el interior de Bowser. Nintendo crea, así, un variado e interesante modo de plantear una aventura de este estilo, refrescando la saga y ofreciendo una agradable mezcla de conceptos. Con los hermanos italianos, nos desplazaremos en horizontal, al más puro estilo de los primeros Metroid o los Castlevania y disfrutando de una acertada combinación de plataformas, puzzles y combates. Controlando a Bowser, realizaremos la parte de la exploración mediante un desarrollo propio de un rpg: cámara aérea, encuentros con nuevos personajes y obstáculos a superar, o mejor dicho, a destrozar. La variedad que disfrutamos a la hora de enfrentarnos al juego aumenta al hacer interactuar a los personajes, y es que si Bowser necesita tirar de una cuerda, Mario y Luigi han de ayudarle a calentar los músculos, si necesitamos que los hermanos superen una plataforma, Bowser ha de beber agua para que podamos rodearla con un par de brazadas y así, con otras tantas situaciones que se suceden en el título.
Este divertido concepto permanece en los combates, por turnos, en los que nos sumergiremos al chocar contra un enemigo. Las luchas tienen una máxima: sólo recibes daño si fallas en tus movimientos o contraataques, motivando al jugador a no dejar nunca de mejorar sus habilidades a la hora de hilar ataques con los caparazones, con el martillo o con los propios saltos. Las batallas son muy movidas pese a solucionarse por turnos, tienen multitud de opciones e incentivan la búsqueda del siguiente encuentro. Su mayor aportación al tan granado abanico de sistemas de combates por turnos es la desaparición de la sensación de pasotismo que invade al jugador cuando un enemigo ataca al personaje que controla. Aquí, podemos evadir los daños con una finta y contrataatacar. Y eso es un gran acierto.
Un juego variado, entretenido y que tiene en cuenta al jugador. Divertido en concepto y en historia, conservador en espíritu pero muy innovador en planteamiento. Sólo cabe esperar que con el paso de las horas, Mario and Luigi: Bowser´s inside story nos siga bombardeando con nuevos giros de su fórmula jugable y argumental, comprobar si no será muy tedioso, o innecesario, controlar a la vez a los dos hermanos mientras avanzan en horizontal, y si la curva de dificultad es capaz de hacerle frente a los numerosos puntos de habilidad que nos ofrece el juego tras superar un determinado número de combates.
El 9 de Octubre solucionaremos todas nuestras dudas.
Primera Impresión:
Pobre Normal Interesante Prometedor Futuro Must-Have
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