nuevebits.com

domingo 15.nov 2009
Text size
  • Avances
  • Análisis
Nuevebits Psp Avances

Metal Gear Solid: Peace Walker

Escrito por Malfuin,
Media de votos    (0 voto)


Hay una gran laguna en Metal Gear, un abismo que va de 1964, cuando Naked Snake salva al mundo de la amenaza nuclear de Shagohod, a 1995, cuando un joven miembro de la unidad FOXHOUND, Solid Snake, destruye Metal Gear, frustrando los planes de un anciano Big Boss. 
 
Bigg Boss
Este hueco comenzó a rellenarse de manera sutil por Metal Gear Solid Portable Ops, en donde Big Boss emplea sus dotes de liderazgo para comandar a un improvisado ejercito; sin embargo, su actuación carece de margen de elección, deteniendo los proyectos de sus enemigos a contrarreloj; y si bien los acontecimientos del juego influyen en su forma de ser, no le veremos tomar las decisiones que le hacen pasar de héroe a villano. Porque esto queda reservado a Metal Gear Solid: Peace Walker.

 En el tráiler mostrado en el Tokyo Game Show, oímos a unos políticos reunidos hablando de una gran fuerza militar que parece actuar en Puerto Rico, país que por ley no posee ejército propio. Al parecer, están tramando algún tipo de golpe importante; de repente,  una enorme fuerza militar irrumpe en escena, con cientos de soldados, tanques y armamento. La escena cambia, y vemos a un Big Boss ya algo envejecido, con una imponente cicatriz en forma de serpiente y proclamando la inauguración de Militares Sin Fronteras, un grupo que, cuan ronin sin dueño, interviene sólo en los conflictos que decide.

Big Boss está metido en el asunto de Puerto Rico y aparece probando ciertos prototipos de armas,  como un nuevo Shagohod con una equipación similar a un railgun y una versión de Metal Gear. El ambiente evoca a The Boss, y Big Boss llega a plantearse si está haciendo lo correcto.
 ¿Lanzar un último ataque nuclear para inhibir a todos los ejércitos del mundo y crear una paz definitiva? Puede parecer la única forma de obtener un mundo pacífico, aunque no parezca la decisión más ética; aquí entra en juego el protagonista de este dilema: 1974, ¿y sí hace treinta y cinco años alguien sí hubiese usado un Metal Gear para crear un mundo en calma? ¿Cómo sería hoy el mundo si no hubiese habido guerras desde entonces? es más, ¿habríamos llegado al futuro caótico y violento que se muestra en Metal Gear Solid 4? Viéndolo desde este punto de vista, conseguimos identificarnos con esa jovencita llamada Paz, que dice querer proteger su nombre, a cualquier precio e invitando al jugador a una profunda reflexión.

Pasando a aspectos más técnicos, el título parece ser un heredero directo de Ops en muchos sentidos, desde la ambientación en América del Sur, pasando por el estilo de los menús y las escenas tipo cómic, que en este caso se combinan con otras generadas por el motor del juego. Las ilustraciones, creadas por Ashley Wood, cuentan con bastantes detractores pese a su constatada calidad y personalidad, y aún encima sabiendo que la psp no es capaz de producir escenas cinemáticas tan impresionantes como sí lo puede hacer una consola de sobremesa; así, entre las dos opciones existentes: crear cinemáticas en 3D que respetan y mejoran el diseño de los personajes dando lugar a videos que sin embargo eclipsan al propio juego - como en Crisis Core -, o la segunda: aprovechar un sistema dinámico, original y con una estética auténticamente relacionada con la imagen de la franquicia como son la de estos cómics, se ha optado por esta última, atractiva y acertada.

Nos encontraremos con un amplio abanico de personajes de los que de momento sabemos bien poco. Obviando el típico repertorio de científicos y militares, llama la atención especialmente Paz, que en unas cuantas frases parece autodefinirse como un gran personaje; así que trataremos de ignorar el hecho de que, pese a ser puertorriqueña, por su físico parezca fugada de la campiña inglesa y lleve una especie de uniforme escolar nipón; la estética es más importante que la nacionalidad... algo típico de los diseñadores japoneses. También conoceremos a una segunda chica, con una personalidad bastante masculina, que por algún motivo parece fuertemente vinculada a The Boss. Cuanto menos, intrigante. Sin embargo, la aparición que más nos ha sorprendido es la de un tal Kazuhira Miller, que no es otro que el mismísimo Master Miller, al que muchos “recordaremos” de Metal Gear Solid. Su misión parece ser la de dar apoyo por radio a Big Boss durante las misiones, estando a medias entre el papel de Roy Campbell y el de Otacón en otros juegos.

 

 

La jugabilidad en sí es cuanto menos desconcertante. El sistema ha cambiado muchísimo, centrándose más en la acción y demasiado en el modo multijugador. Algunas personas que lo han probado no han dudado en etiquetarlo como “Metal Gear Freedom Unite”, y así es: la exagerada popularidad de Monster Hunter en PSP parece haber influido mucho en este juego. Los mapas son similares, grandes extensiones de terreno en los que, en realidad, sólo es posible acceder a pequeñas habitaciones separadas por largos pasillos que te teletransportan de un punto a otro tras unos momentos de carga. Por curioso que parezca, en las zonas de selva hemos sufrido la constante impresión de que un velociprey iba a aparecer de detrás de un arbusto de un momento a otro ¡incluso se resta  numericamente PV al enemigo al disparar! No me cabe duda de que los seguidores de Monster Hunter estarán encantados con esto, pero Metal Gear debería ser un juego para jugar en solitario. Resulta más difícil prestar atención a las cinemáticas si tu compañero de juego te está recriminando que no matases a ese fastidioso enemigo mientras él recargaba. En Monster Hunter nunca ha sido un gran problema porque carece de historia a la que prestar atención. Ya veremos qué tal sale el experimento y si son capaces de implementar esta opción de manera correcta. Otro aspecto negativo de esta nueva extraña jugabilidad es que han sido sacrificados muchos aspectos tácticos en el proceso. Ya no puedes infiltrarte arrastrandote ni avanzar pegado a una pared. Todo parece hecho para que hagas planes con tu compañero de juego y os repartáis las cabezas de los enemigos. Incluso, en la única pelea contra un jefe menor que ha sido revelada (un tanque), el factor estratégico parece haberse evaporado. Igual que en Monster Hunter, donde hay que invertir 10 minutos dando espadazos a un bicho grande y estúpido, aquí lo único que puedes hacer es correr como un loco alrededor del tanque y disparar sin descanso a los puntos débiles. Correr y golpear, correr y disparar. Nada de encestar granadas en la cabina. Si Vulcan Raven levantara la cabeza...

Lo positivo es que, gracias a este sistema, puede que veamos unos cuantos nuevos modelos de Metal Gear. Ya hemos visto un prototipo de Shagohod y uno de Metal Gear (un Metal Gear que se va pareciendo más al clásico TX-55). Es mucho mostrar para una fecha tan temprana del desarrollo; podría haber más modelos. Siempre me ha resultado frustrante que en la saga Metal Gear haya tan pocos Metal Gear. Sólo conocemos el TX-55, el D, el Rex, el Ray y el RAXXA, ya que Shagohod no tiene piernas y Gekko carece de capacidad nuclear (y es un debilucho). Se supone que a partir del Metal Gear Solid 2 hay cientos de modelos por todo el mundo; así que si no vemos aquí montones de prototipos, bueno, siempre nos quedará Rising.
En conclusión, un juego con una historia que, pese a que sabemos cómo acabará, es digna de la saga, y una jugabilidad que entusiasma a algunos y hace recelar a otros, pero que todos tendremos en nuestras PSP tarde o temprano.



Peace Walker, psp, big boss, Metal gear, pspgo, nuevebits

Primera Impresión:
Pobre     Normal     Interesante     Prometedor     Futuro Must-Have

Danos tu opinión en el foro del juego pinchando aquí

 

Publicado el : Psp, Avances
Se el primero en comentar este artículo Save this to del.icio.us

Usar puntuación: / 0
MaloBueno 
 

Escucha el podcast de El Complejo Landa

Visítanos en:

Patrocinadores

 www.estudioindira.com
 Estudio de diseño web y arquitecturas virtuales
 publicítate aquí