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 Con el anuncio de la segunda parte del título de Sucker Punch, repasamos las claves de un juego fabricado para divertir. El bueno de Cole es el protagonista de un título sólido, cautivador y con una muy buena historia que contar.

Infamous es un producto, ni más ni menos, una inteligente caja rellena de elementos muy bien ordenados, adornados y elegidos ya vistos en otros títulos; pero esto no es necesariamente malo siempre y cuando el resultado cumpla con lo que se pretendía crear, y Sucker Punch ha cumplido. 

La mayor característica de Infamous, y que lo vuelve especial, es la relación entre el personaje, la ciudad y las decisiones morales. Cole, el protagonista, es el típico héroe que no quiere necesariamente ser héroe, una persona con problemas humanos cuya moralidad se desmorona ante una realidad que le sobrepasa. La ciudad donde vive ha sucumbido ante una amenaza muy superior a él y se ha infectado de bandas, de gritos y de gente desvalida; pero también le ha ocurrido lo mismo a su psique que se ha rellenado de dudas, miedos y de amor perdido; lo que se refleja en las múltiples decisiones morales que hemos de tomar en todo el juego 

En sí, el sistema moral peca de simplón, la ciudad acaba resultando sosa y Cole es otro calvo más en la abultada lista de calvos con complejo de héroe que tanto abundan hoy en día; pero luego hace acto de presencia la trama y todo encaja. La voz del hombre eléctrico nos guía a través de sus emociones y de sus decisiones a la hora de enfrentarse a la ciudad, que no es otra cosa que el reflejo de su propio yo. Ésta es una gran urbe desmoronada, caótica y esquiva cuyos muros hemos de escalar una y otra vez y sobre los que nos encontramos enemigos a vencer, puzzles a superar y una decisión que tomar. La construcción de estas situaciones, que son las que más se repiten en el título, están estructuradas como tomas de decisiones en sí desde su misma puesta en escena. Cole vaga por la ciudad en pos de un objetivo extraño, al igual que el resto de ciudadanos que caminan a su lado; de repente, un misil estalla a su izquierda disparado desde una azotea, alza la vista y se encuentra con unos personajes encapuchados de rojo iniciando un ataque contra él. Desviarse del problema, o encararlo desde el suelo sin enfrentarnos a él directamente, nos transmite una desagradable sensación de inutilidad, ya que acabaremos enredados en un intercambio de proyectiles insustanciales. InFamous te obliga a comprender que has de tomar las riendas del altercado si quieres obtener una solución verdadera, mancharte las manos y optar por el camino más laborioso es siempre la opción más correcta. Trepamos entonces. 

La mecánica jugable escogida para la escalada se basa en machacar el botón X mientras recibimos los impactos de los mismos enemigos que hemos decidido abatir, como una traba más en el entramado del duelo previo a conseguir resolver la duda, el mismo proceso repetitivo arduo y pesado de luchar contra nuestro propio orgullo para conseguir dar nuestro brazo a torcer como parte indispensable en la obtención de la solución a un conflicto. Una vez coronada la cima, y pudiendo ya ver el problema desde una perspectiva más elevada, los malos de turno ya no parecen tan malos, corretean asustados mientras huyen de nuestros rayos y te llegas a preguntar" ¿por qué no me habré enfrentado a esto antes?" La dureza cavernícola de la escalada, el resistir los ataques enemigos obtienen su recompensa volviendo a Cole más sabio y fuerte, pero ese poder necesita tener un enfoque. Es entonces cuando InFamous nos plantea una elección de blanco o negro ¿Qué hemos aprendido tras lo sucedido? Decidimos, maduramos y pensamos que el siguiente problema será más fácil de solucionar gracias a sentir que Cole ha crecido.  

La combinación de esos tres elementos Cole-Muros de la ciudad-Decisiones morales es el pilar que sostiene el juego y que le otorga personalidad. Empire City se ilumina, no si nuestro protagonista se vuelve bueno, sino simplemente cuando madura. InFamous recompensa que tengamos el valor de decidir, si es para bien o para mal es asunto sólo del jugador. Las partes oscuras de nuestra alma-ciudad se desvanecen y poco a poco vamos viendo más claro que hacer con nuestras nuevas habilidades, y con Trish, la mujer a la que amamos y que nos hará protagonizar un inesperado y épico momento.

El argumento de InFamous consigue llegar a cotas de evidente calidad y llevarnos a un dramático final en el que comprenderemos que nosotros, como individuos, somos los auténticos causantes del desmoronamiento o alzamiento de nuestro propio interior.

El juego cuenta con fallos garrafales que le impiden ser un "grande", hablamos de una ciudad que en ocasiones gira demasiado en torno a nosotros, misiones secundarias sin fundamento o las horripilantes, por inexistentes, expresiones faciales de sus protagonistas; pero no por ello InFamous es menos interesante ya que, como dijimos al principio, lo que pretende hacer lo hace bien. 

Se ha anunciado ya la segunda parte, y a mí personalmente me interesa ver como harán evolucionar a Cole más allá de lo visto en la primera entrega. Sucker Punch tiene muchísimos aspectos que pulir para InFamous 2, ya que una segunda oportunidad es mucho más que una buena propuesta. Cuando se pongan a trabajar, os haremos llegar todas las novedades al respecto. Hasta entonces.

Puntuación Final: 50/100