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Aunque es probable que aún no te hayas enterado, el Call of Duty Modern Warfare 2 no el único Modern Warfare que ha salido a la calle estos últimos días. Pasando casi desapercibido entre la vóragine de noticias, análisis y cifras de venta de la última encarnación de Call of Duty, ya está en las tiendas el CoD Modern Warfare Reflex para la consola Wii. La diferencia de tratamiento que ha recibido los dos juegos por parte de la mayoría de los medios especializados es tan abrumadora que casi podríamos llegar a pensar que no guardan ninguna relación entre sí y que, simplemente, han coincidido por casualidad en el nombre; pero nada más lejos de la realidad, el título que hoy nos ocupa, pese al sobrenombre de Reflex, no es ni más ni menos que una adaptación exacta del primer Modern Warfare para la consola de Nintendo.

Esta versión es obra y gracia de Treyarch. Normalmente, el trabajo de crear los Call of Duty se divide entre Infinity Ward, que desarrolla los títulos principales como los Modern Warfare, y la propia Treyarch, encargada de las adaptaciones y de los títulos secundarios como los World at War. Activision se ocupa de organizar todo el trabajo y publicar los juegos. Como se puede ver, no es un sistema sencillo, hay de por medio tres grandes compañías y todas han demostrado su buen hacer a lo largo de los años, por lo que es normal que ninguna quiera ser menospreciada por las otras; motivo por el que hay que tener en cuenta que la falta de información, en este caso, no se la debemos achacar sólo al desinterés de los medios más importantes por  Wii, sino a las propias compañías encargadas de su creación que se han enfrascado en una guerra interna donde el peor parado ha sido el propio juego; y el resultado es que la promoción del título ha sido completamente nefasta.

 Pero volvamos a lo que más nos interesa a todos. Como decíamos, este Reflex es exactamente el Modern Warfare 1 que salió hace dos años para PS3, XBox360 y PC. Así que lo primero que hay que dejar claro es que si has jugado a cualquiera de las versiones anteriores ésta no tendrá para ti el menor interés, sólo si guardas un especial apego al título tendría sentido que te planteases su compra por querer revivirlo con el sistema de control de Wii.

 El argumento no se escapa de los cánones del género; un ultranacionalista ruso, que pretende devolver a la vieja Unión Soviética sus pasados días de gloria por medio de una guerra civil y un golpe de estado, se alía con un terrorista de Oriente Medio que busca derrocar al presidente de su país y ocupar su puesto. Entre los dos y con armamento nuclear de por medio,  ponen en jaque a las fuerzas leales de sus respectivos países, con lo que a éstas no les queda otra opción que recurrir a las fuerzas especiales extranjeras, en este caso las SAS  (Servicios Especiales Aerotransportados) británicas para intentar neutralizar las dos amenazas  antes de que logren sus objetivos. La historia se va desarrollando con escenas dentro del propio juego, las comunicaciones por radio y las instrucciones antes de las misiones. Apoyándose en su aparente simplicidad, el argumento del juego se desarrolla con soltura y gana fuerza gracias a la crudeza y potencia visual de las acciones que se ven en pantalla, escenas de gran dureza e intensidad protagonizadas por nuestros enemigos son respondidas por las nuestras y las de nuestros aliados; y tampoco somos precisamente hermanitas de la caridad, evitando una diferenciación moral entre "muy buenos" contra "muy malos", demostrando que en la guerra todos podemos llegar a ser muy crueles si nos ponen en situaciones límites. Hay otros detalles que ayudan a mejorar aún más este aspecto, como una banda sonora orquestada que intensifica la acción convenientemente, el carisma de los personajes tanto principales como secundarios, o el doblaje al castellano, que roza un nivel muy alto y  consigue hacernos llegar las emociones que el juego nos quiere transmitir.

Otro gran acierto de este Reflex es la enorme flexibilidad a la hora de configurar los controles a nuestro gusto; como heredero de The Conduit, podremos asignar, de manera libre, la función deseada a cualquier botón del Wiimote y del Nunchuk que nosotros queramos, así como gestos para realizar una acción concreta como recargar el arma agitando el Nunchuck, tal y como viene por defecto. También podremos calibrar su sensibilidad para que el sistema no los interprete de forma errónea, ampliar o reducir las áreas muertas tanto horizontales como verticales, decidir si deseamos un centrado de cámara automático o no, autoapuntar a los enemigos, etc; en definitiva, una cantidad de opciones tan amplia, que es casi imposible que alguien no encuentre una configuración con la que se sienta a gusto.

 El esquema por defecto es perfectamente funcional, pero lo cierto es que no es del todo intuitivo, algunas acciones importantes  quedan asociadas a botones difíciles de pulsar, como es el caso de lanzar una granada con los botones "+" o "-" o saltar  pulsando "arriba" en el pad digital. Si este esquema no nos convence, deberemos dedicar algún tiempo a ajustar los controles a nuestro gusto; pero vale la pena, ya que, una vez conseguido, el juego se controla estupendamente pese al elevado número de acciones a realizar. Es fácil apuntar a los enemigos, disparar en carrera o detenernos y apuntar con más calma, lanzarnos al suelo rápidamente para evitar una ráfaga de disparos, hacer un sprint para salvar una zona peligrosa, saltar sobre muros derruidos, usar las granadas, nuestro cuchillo de campaña o el visor de infrarrojos. En este aspecto, el juego es todo un ejemplo a seguir de cómo hacer las cosas bien, tanto en Wii como en cualquier otro sistema.

 Las misiones a realizar son lo suficientemente variadas como para no darnos la sensación de estar haciendo siempre lo mismo. Deberemos hacernos con documentos del enemigo, ayudar a la tripulación de un tanque aliado a mantener la posición, salvar a un piloto derribado o recapturar un silo de misiles nucleares. Cabe destacar que, en medio de una de estas misiones, nuestro capitán nos dará órdenes nuevas para sacarnos de una situación comprometida frente a un helicóptero o un blindado que nos tenga acorralados. Esto le da un toque importante de realismo ya que, durante un conflicto auténtico, un soldado tiene que estar siempre dispuesto a realizar cualquier cambio de planes sobre la marcha en función de los movimientos del enemigo. Vuelve a sobresalir sobre las demás la fase que realizamos como francotirador gracias a su variado desarrollo, su final épico y una ambientación inquietante al desarrollarse en las inmediaciones de la central nuclear de Chernobyl. Toda está variedad hace que el juego sea muy entretenido y no se nos haga pesado en ningún momento.

Mucho se ha dicho, y se dirá, sobre la capacidad técnica de la Wii, su escasa potencia frente a sus competidores y el parecido que muestran muchos de sus juegos con los títulos de consolas de la pasada generación como Ps2 o Xbox. Teóricamente, basándonos en sus especificaciones técnicas, se supone que deberían mostrar un acabado técnico a medio camino entre una PS2 y una Xbox360 pero lo cierto es que está más cerca de la primera que de la segunda. Tantos juegos han presentado un aspecto tan mediocre que algunos, entre los que me incluyo, hemos llegado a pensar que ése era el verdadero potencial medio de la consola y que si no se hacía mejor era simplemente porque no se podía; pero despúes de ver en movimiento este Modern Warfare Reflex, tengo que decir que he cambiado de opinión radicalmente. Esta consola, si el desarrollador pone interés, puede dar de sí mucho más de lo que hemos visto hasta ahora.

 Reflex es espectacular desde el primer momento. Desde el paseo en coche a modo de introducción por las calles de una Fallujah , ya tenemos constancia del gran trabajo que Treyarch ha realizado con esta adaptación. Las texturas del entorno son creíbles para lo que suele ser habitual, están bien definidas, tienen cierto relieve y son bastante variadas. El modelado en general también está muy cuidado; los edificios, los enemigos, los vehículos o las armas, tienen una cantidad de polígonos suficientemente alta como para no hacernos pensar que el juego está hecho con bloques de Lego. La cantidad de elementos en pantalla es elevada, algo imprescindible si quieren que nos sintamos en el corazón de una batalla a gran escala. En cualquier momento nos veremos rodeados por un buen número de enemigos, de nuestros compañeros de escuadrón, tanques, nidos de ametralladoras y alguna que otra sorpresa más, todos disparando sus fusiles o granadas, corriendo a buscar cobertura o cayendo bajo el fuego enemigo.

 Por supuesto, no todo es perfecto. Las texturas de los personajes son demasiado sencillas, planas y sin relieve, algo que se hace patente sobre todo en las escenas automáticas donde tenemos tiempo para verlos de cerca. Es un detalle que se debería haber cuidado mucho más junto con la desagradable presencia de "dientes de sierra" en los bordes de los edificios. Los efectos especiales como la iluminación, las explosiones o los impactos de bala no son demasiado espectaculares y en escenas con gran cantidad de objetos en pantalla se nota una cierta bajada en la tasa de imágenes por segundo que estropea en parte la inmersión en la acción y la fluidez general del juego, por otra parte sorprendente salvo por estos momentos. Pero estos defectos no consiguen ensombrecer el gran trabajo técnico que Treyarch ha conseguido llevar a cabo. Las capturas de pantalla no reflejan, ni de lejos, su verdadero potencial. Es en directo y en movimiento donde se aprecia que, todo el espectáculo que nos ofrecieron en su día las consolas más potentes, vive en Wii.

Como colofón, se ha mantenido también el modo on-line que ya vimos en anteriores versiones; y lo cierto es que funciona de maravilla, buscar una partida y unirse a ella es sencillísimo, hay más usuarios de los que se podría pensar en un juego de este tipo para Wii preparados para repartirse cera unos a otros. Los mapas son variados y con muchos recovecos donde esconderse y emboscar a los jugadores contrarios. Tenemos el clásico sistema de "ranking" para ir subiendo de nivel según vayamos mejorando nuestras habilidades y suficientes modos de juego como para ampliar la vida del título mucho tiempo después de que hayamos terminado la campaña principal.

 Concluyendo, el título cuenta con varios aspectos negativos que no debemos olvidar: la campaña individual es corta, los dos primeros niveles de dificultad son demasiado fáciles, hay algunas texturas que no mantienen el buen nivel general y el esquema de control inicial no es del todo bueno. También hay que destacar la mala promoción que ha tenido que sufrir y el retraso de dos años respecto a otras consolas, aunque ambos son problemas que no afectan directamente a la calidad final.

 Salvo estos pequeños problemas, Modern Warfare Reflex es un gran juego sin demasiada competencia en la consola que lo acoge. Técnicamente es sobresaliente, la jugabilidad es casi perfecta y el modo on-line alarga su vida considerablemente.

 Desde el primer segundo de juego, abordando el carguero en medio de un mar embravecido, hasta el agónico final rodeados por soldados enemigos, nos sentiremos inmersos en una intensa y espectacular batalla en la que tendremos que luchar hasta el límite de nuestras fuerzas en pos de nuestos nuestros objetivos.

Puntuación final: 80/100