Con Final Fantasy XIII a la vuelta de la esquina, resulta apetecible echar la vista atrás y recordar el número mágico que acercó la saga al gran público. Final Fantasy VII es un viaje hacia el corazón de los recuerdos, emotivo y vital. No lo olvidéis: “la fiesta está arriba”.
En esta ocasión, trataremos el juego que personalmente más me ha marcado desde una perspectiva distinta. No voy a hablar de los enormes agujeros de guión o programación ni de lo grande que es pese a todos ellos. Vamos a hablar de cómo estructurar el viaje de la vida a través de escenarios, personajes y dolor. Quizás al arañar la profundidad de su fondo entendamos mejor por qué ningún otro Final Fantasy le hará sombra jamás.
Fainaru Fantaji Sebun – pedidlo así en vuestra tienda japonesa favorita – presenta un mundo extenso y grande, repleto de lugares que recorrer y zonas por visitar pero al comenzar la aventura sólo nos muestra el lugar oscuro que es Midgar.
La ciudad industrial es tétrica, un oscuro engranaje que absorbe la luz hacia su propio corazón de metal, privando de energía a la gente, limitando su ser y rebajando a cada habitante de la ciudad a supervivientes sin futuro; pero toda sombra es producto de una luz enfrentada a una barrera insalvable y esa luz tiene nombre de mujer y porta un cesto con flores.
Si la vida nos sume en una gran duda que hemos de solucionar para luego poder formarnos como adultos, la duda es Midgar y el camino para la obtención de esa solución se llama Aeris.
Un tren penetra la ciudad con la rabia de un adolescente en un mundo que ansía comerse. De él, sale a quien controlaremos el resto de la aventura. Cloud es alguien torturado, sin recuerdos, sin motivaciones, sin alma y con una arrogancia desmedida que ni él mismo sabe canalizar. Vacío, se ha apuntado a una empresa que a priori nada tiene que ver con él y que marca el comienzo de la aventura: salvar el planeta de la terrible empresa Shinra. Así se inicia la habitual contradicción que sufre un adolescente, la de ser el protagonista sin querer serlo porque todavía no ha encontrado la aventura que desea vivir pero que en realidad ya se encuentra viviendo (tomas un segundo para digerir la frase) Cloud da bandazos, sumido por la negrura de Midgar y vagando en pos de una meta importante en su formación pero que no desea ver, corre en busca de la vida, en busca de la energía vital que le llene y le haga dejar de ser tan EMOtivo. En ese viaje, una muchacha aparece ante él, alguien que porta la esencia de la vida y que le hace detenerse.
Mucho se ha hablado de la figura de Aeris pero si entendemos a Cloud como un adolescente en busca de amor y estabilidad, debemos pensar en Aeris como en una madre, no como en una posible novia. Ella es paz, armonía y con la capacidad de generar la misma vida que una madre puede crear en su vientre, pero nunca capaz de producir el atractivo erótico que Tifa sí consigue. El triángulo amoroso que se forma en el juego no es más que la necesidad de decisión de un crío de querer seguir bajo las faldas de su madre o de irse de una vez con la chica con la que sí compartirá su vida. Esto que planteo os resultará raro pero ¿a qué nunca se llega a insinuar que a Cloud le interese Aeris para algo más que para no sentirse solo? Sin embargo, sí se hace con Tifa, con ella pasamos nuestra infancia, su presencia nos ha dejado marcados y al carecer de un apoyo emocional, digamos una madre, hemos acabado en una ciudad oscura que chupa la vida del planeta; de nosotros mismos. Es por ella por la que, siendo un niño, Cloud quiso convertirse en hombre, unirse a SOLDADO, pero con esa etapa sin completar se ha quedado en un camino intermedio, el de un adolescente sin pasado ni futuro.
Cuando los cimientos de la historia quedan forjados, Cloud inicia su búsqueda personal. Sus lazos afectivos han quedado fuertemente unidos tanto a Tifa como a Aeris, así como a la amistad de Barret, la de los demás y al destino del propio mundo; pero su lucha desencadena la aparición de otro ser igual que él, con una meta moral similar pero vista desde el otro lado del espejo.
Sephiroth busca lo mismo que Cloud: el amor y la aceptación, sólo que su búsqueda nace desde la perdida y desde el conocimiento y la de Cloud del no tener nada y desde la ignorancia. Sephiroth quiere vaciar un lleno y Cloud llenar un vacío… qué raro suena dicho así.
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Con los ojos abiertos y la aventura que ha de vivir ante él, los oscuros muros de Midgar se doblegan a sus pasos abriendo la perspectiva a un espacio mucho más amplio, lleno de verde y horizonte. Cloud ya cuenta con lo fundamental para vivir: una madre, amigos y una mujer de curvilíneas maneras; ahora sólo le queda iniciar el viaje que le conduzca a la madurez. La presencia de Sephiroth encarnando al mal no es otra que la voz malvada que nos insta a no aceptar la realidad, la cara oscura de la luna que nos invita a quedarnos solos y ser infelices, la que nos empuja a no superar el dolor y sumirnos en él, obligándonos a ser críos para siempre.
Los J-RPG´s siempre han sido miembros de un género muy egoísta donde, como si en cuento se tratara, el mundo que nos rodea se pliega a nuestros deseos y se adapta a nuestras necesidades con el fin de acabar dándonos una moraleja. En este viaje hacia el crecimiento interior, el eje central de la aventura no podría ser otra cosa que la propia esencia del planeta. Los parajes que recorremos en Final Fantasy VII resultan cada vez más irreales, cada vez más vacíos de lugares reconocidos y más próximos a parajes psicológicos, retorcidos como la propia mente. A medida que avanzamos en la aventura, nos sumergimos más en nosotros mismos, en nuestros fracasos como persona y en nuestra imposibilidad de poder avanzar. Cuando pensabamos que podríamos superar el pasado y encontrar una estabilidad, el filo de aquel que nos impide crecer sesga la vida de Aerith, de la única a cuyo lado nos sentíamos a gusto.
Final Fantasy VII da un giro sorprendente al introducir la muerte, lo que parecía orientado a un simple “has de superar el pasado y seguir adelante” se tuerce de una manera tan dramática como la de un niño al que le separan de su madre. Totalmente perdido, Cloud enloquece, ya no le importa su posible amor con Tifa, ya no le interesa crecer ni madurar ni introducir otro color distinto del negro o el azul oscuro en su vestuario, destrozado, sólo desea una cosa, acabar con lo que limita como persona.
La batalla final se produce en el corazón del planeta, en un frío paraje tan negro y perturbador como Midgar. Volvemos a los inicios de la aventura, de nuevo a la oscuridad del vientre materno para enfrentarnos con nosotros mismos, sólo que ahora la oscuridad no la pone el entorno, sino nuestro odio y nuestra sombra convertida casi en un dios.
Sephiroth no tendrá a su madre, nosotros hemos perdido a la nuestra y lo demás da igual, dos niños enfadados que no son capaces de apreciar la belleza de lo que les rodea y que prefieren regodearse en su propio dolor.
La batalla final acaba salvando al planeta pero Cloud quedará tocado para siempre, jamás podrá amar, jamás podrá ser feliz ni avanzar porque su lado oscuro ha destruido a Aeris, su línea de salida hacia la estabilidad emocional. El amor de Tifa jamás será correspondido y Sephiroth, la barrera que oculta sus ojos del sol y le cubre de sombra, volverá una y mil veces para recordarle que nunca será feliz y que jamás podrá vencerle, de forma definitiva.
Comentarios
Jajajaja que grande, me encanta! sobre todo la musica.
Por cierto, gran articulo y analisis sobre lo que significo y significa FF7, que por mucho tiempo que pase para mi esta en el summun de los mejores juegos de mi vida, junto a MetalGearSolid. Desde el 7 la saga ha ido cuesta abajo y sin frenos. El 11 ni lo prove y el 12 me aburrí de él y no me lo he pasado y por las criticas que he leído del 13 miedo le tengo.
Sobre lo del remake pues en parte me gustaría una revisión, algo así como han hecho con FF3 y 4 para DS, pero viendo como les estan saliendo ultimamente los juegos a Squarenix prefiero que se esperen y se piensen bastante el momento idoneo para hacer dicho remake.
En mi web hay una encuesta para todos aquellos que quieran contestarla sobre cual es el mejor Final Fantasy de la historia y el resultado lo sabremos el mismo día del lanzamiento del Final Fantasy XIII.
Un saludo a todos. Y enhorabuena por el artículo que es de una calidad tremenda.
Realizar artículo recopilatorio de todos los final bosses más freaks de la historia
http://www.youtube.com/watch?v=LRyIvHKGOWU
Es cierto que la puesta en escena es bastante floja, pero en cuanto a nivel argumetal, en mí, llenó un pequeño vacio.
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