Boletaria, majestuoso y antiguo reino gobernado por un gran rey junto sus buenos caballeros. Los juglares cantan sus hazañas, sus batallas, sus incontables victorias y actos heroicos; pero nadie supo prever lo que allí ocurriría.
El mal inundó el corazón del rey, las sombras corrompieron su alma y con él a todo el reino. Los caballeros son sombras de lo que fueron, los muertos se levantan de sus tumbas, los demonios devoran las almas de sus presas, los dragones acechan desde el cielo… nunca nadie ha vuelto del reino de Boletaria para explicar lo que allí sucede.
Aun así, no son pocos los que intentan llegar hasta este oscuro lugar en busca de gloria, fortuna y poder, pero tú, amigo mío, tú tienes tus propias razones para adentrarte en él, pero no olvides este único consejo que te daré, ya estás tardando en hacerte con el juego y jugarlo en tu PS3.
No es que sea muy original, pero si algo tiene Demon´s Soul, es que su puesta en escena compensa lo poco genuino de su historia.
Como ya hizo en su día con los “Knight Field’s”, los chicos de FromSoftware nos sumergen dentro de un mundo de espada y brujería que surge de toda la literatura fantástica occidental, más parecido a “Las Historias de la DragonLance” que a cualquier libro del señor Tolkien o George R.R. Martin. Si algo destaca por encima de todo, es la fantástica ambientación que han sabido imprimirle al título, no sólo de gráficos vive el jugador y éste es un claro ejemplo de ello. Careciendo completamente de las grandes virtudes gráficas de “Uncharted’s” o “Killzone’s”, el entorno agobiante, opresivo y mortal que fluye de este juego de principio a fin, hacen de él una delicia para los sentidos de cualquier jugón.
Si alguien tiene miedo de encontrarse con un RPG Japonés, decirle que lo único que tiene de japonés es la procedencia, su base es muy occidental: editor de personajes completísimo, diferentes acontecimientos según nuestras acciones, distintos territorios a explorar a nuestra elección, zonas de aprendizaje y comercio, etc,… Pero si en algo los supera a todos ellos, es en su dificultad. “¡Horror! ¡Pero que dice el tío este!” Dejad que me explique. ¿Cuántas veces habéis guardado la partida momentos antes de enfrentaros al Gólem de turno o de probar una puerta u otra? Pues olvidaos, no existe esa posibilidad, si por alguna razón mueres, vuelves al comienzo de la zona; sin olvidarnos que todos los enemigos que hayas podido eliminar, que vuelven al lugar donde los encontraste.
El sistema de guardado de las partidas, se realiza en el servidor a través de la red, aunque existe la posibilidad de jugar sin conexión, no es recomendable en absoluto, ya que gran parte de la gracia de este juego reside en su modo on-line. Es decir, poder formar equipo con otros jugadores para acabarte una zona no es muy original, lo que sí es original, es poder invadir los mundos de otros jugadores para acabar con ellos, se te hiela la sangre cuando ves el mensaje de aviso en la pantalla, ¿Quién será? ¿Un poderoso mago, un hábil guerrero o un vil ladrón? PvP en estado puro. Los mensajes que encuentras a lo largo de los mundos, han sido realizados por otros jugadores, mensajes que suelen ser advertencias, avisos de emboscadas o el lugar donde se oculta un tesoro. Tu mismo puedes escribirlos para advertir a otros usuarios o para confundirlos. Los charcos de sangre son otro punto fuerte, una vez encima de uno de ellos, puedes visualizar los últimos segundos de vida del personaje muerto, lo cual te dará las pistas necesarias para saber a lo que te enfrentas, imaginaos lo que pasa cuando ves una sala llena de charcos de sangre… el tuyo, bien seguro, será uno de ellos dentro de poco. También verás las sombras de otros jugadores en tu mundo, recordándote a cada momento que no estás solo, que tu alma no es la única que se encuentra perdida en Boletaria.
Como jugador tú eres el que decides siempre si jugar solo o en compañía, únicamente no puedes elegir cuándo invaden tu mundo buscando un enfrentamiento directo ¿y dónde radica la diversión? Que no estás obligado a seguir un único patrón de juego.
No os engañaré si os digo que “Demon’s Souls” es uno de los juegos más difíciles a los que he tenido el gusto de jugar, pero no os creáis que es un defecto, es una de sus mayores virtudes, obligándote minuto a minuto a mejorar tus habilidades de jugador para salvar todos y cada uno de los obstáculos que surjan durante tu camino.
El sistema de combate se sale. Es intuitivo, fácil de manejar y muy táctico, conduciéndote a utilizar diferentes medios para terminar con nuestros enemigos. Olvidaos de aporrear botones sin sentido, caeríais a los pocos segundos. La táctica de combate inicial a seguir por tu personaje parte de su profesión: noble, ladrón, bárbaro, soldado, explorador y otros tantas más. Tanto el bárbaro como el soldado, basan su combate en el cuerpo a cuerpo; en cambio, el mago y el explorador se mantienen a media o larga distancia para realizar sus ataques.
Continuando con el sistema de combate, quisiera hablaros de la fatiga, una barra más que se suma a las de vida y maná, pero igual de importante. A la hora de realizar cualquier acción que requiera de esfuerzo, ésta se consume y se transforma en la acción en cuestión: correr, atacar, parar o voltear. Cuando se ha consumido toda la fatiga, tu personaje queda indefenso, incapaz de realizar cualquier acción de las anteriores, lo que generalmente te lleva a la muerte. Dependiendo del oponente, decides si atacar rápidamente, si voltear alrededor de él hasta rodearlo o defenderte con el escudo hasta encontrarle con la defensa baja.
Aunque parezca sencillo a priori, no lo es, es muy divertido ver voltear a un caballero con su armadura, el pobre casi no puede levantarse; tampoco es muy recomendable querer parar con el escudo un ataque de un espadón a dos manos, por lo general, agotan tu fatiga rompiendo tu defensa y acabando contigo. Cualquiera diría que estoy motivando a la gente a hacerse un ladrón que dé muchas volteretas rápidas para esquivar a los enemigos y ataque siempre por la espalda… bueno, si quieres morir al primer golpe por no tener armadura o un buen escudo, adelante.
Esta es una de las cosas que hace grande a este juego, da igual el personaje que crees, lo importante siempre será tu habilidad a la hora de usarlo, no existe el buen personaje, existe el buen jugador.
Con respecto a los enemigos, la variedad es destacable, aunque pueda parecer que un mismo contrincante se repita, no suele ser así, ya que su equipo o sus armas acostumbran a ser diferentes, siempre y cuando no sea una bestia. En algunos de ellos podrás encontrar un patrón de acciones para finalizar el combate rápidamente, pero sólo en unos pocos, con el resto tendrás que ser mejor que ellos. La IA no es la mejor de todas, puedes obligar a un esqueleto a caer por un precipicio o eliminar a un jefe de final de fase una vez encuentras el sitio adecuado, pero no le quita para nada la gracia al juego, más aun, agradeces poder acabar con dos o tres enemigos de forma fácil. Mención especial a los “Black Phantoms”, guerreros poseídos por el mal de Boletaria que se mueven igual de humanamente y bien que tu, dificilísimos.
Otro original punto del “Demon’s Souls” proviene del sistema de mejoras y compras, todo se resume en una palabra, almas. Las almas de los enemigos abatidos son la moneda de cambio para todo en este juego: mejorar tus características y armas, comprar equipo y objetos, aprender hechizos o milagros. Todo gira en torno a ellas, cuantas más tengas más rápidamente progresará nuestro personaje, pero cuidado, al ser abatidos nuestras almas se perderán, pudiéndolas recuperar nuevamente si llegamos al punto donde fuimos abatidos, allí donde descansa nuestra lápida en forma de charco de sangre. Esto, sumado a la dificultad del juego, te obliga a gastártelas en cuanto tienes ocasión.
No podemos olvidarnos de las zonas por donde nuestro personaje deambulará en busca de la salvación del reino. Tenemos el Nexos como punto de partida y cinco zonas más, todas ellas con sus propios habitantes y peligros, desde una gran ciénaga hasta los calabozos o una gran mina. La recreación y la atmósfera de estos cinco mundos consiguen transportar al jugador todas las emociones y sensaciones necesarias para su disfrute. Por suerte para todos, no nos encontramos frente a un juego lineal, contiene sub-tramas bastante difíciles y la posibilidad de decidir alguno de los enfrentamientos más duros.
Podría contaros lo épico de los combates con los jefes de final de zona, de lo pequeño que te sientes al lado de esos gigantes demonios sedientos de tu alma, pero no tengo palabras para hacerlo, sólo se me ocurre una, impresionante.
Para terminar y como conclusión, nadie recordará a Demon’s Souls como aquel juego que exprimió la potencia de nuestra PS3, en muchos aspectos técnicos es bastante mejorable, pero si por algo ha quedado grabado en mi cabeza, es por ser el primer juego de rol en PS3 que una vez concluido la primera vez, tienes cientos de razones para volver a re-jugarlo. Os aviso, si la primera vez os pareció difícil, la segunda vez es imposible.

Puntuación final: 85/100
Comentarios
Bueno, muy maníaco tampoco.
O que lleves en tu inventario 2 armaduras, 3 escudos y 4 o 5 espadas, además de un manojo de llaves, libros, pociones y 100 lechugas XD
No hables más o acabaré jugándolo (con el consiguiente gasto en ps3, juego y clases avanzadas de inglés) jejeje
Olvidate de adaptaciones, exclusivo PS3 y para todos los territorios menos el Europeo Triste pero cierto, las razones... vete a saber, seguro que no se esperaban tanto exito.
¿Y cómo es que no sale en Europa? :S De verdad que hay cosas que no entiendo...