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Hasta los gatos han oído hablar alguna vez de Hércules, de su sobrehumana fuerza y de sus hazañas mitológicas. Hace unos cuantos años, Disney se montó su propia versión, con bailes, canciones y demás, ahora, trece años después, Nintendo presenta una nueva versión al público europeo. Una versión madura, con carácter propio y que logrará seducir al jugador desde el primer momento.

Prácticamente se puede decir que este Hércules sólo conservará de sus anteriores aventuras el nombre, la nacionalidad, algo de localizaciones, y poco más. Los muchachos de Paon han optado por hacer una de las cosas que mejor se les da por Japón: manga. Glory of Heracles es un juego con un marcado estilo manga, algo que se apreciará  desde los misteriosos compases iniciales del juego, sobretodo en los diseños de los personajes. Concretamente, a mí me ha parecido que el héroe protagonista tenía un parecido razonable a Pegaso, el de Los Caballeros del Zodíaco (Saint Seiya), un aspecto muy alejado de cualquier imagen que pudiera recordarnos a Hércules. El hecho de haber ajaponesado un mito de la Grecia antigua no es sólo un intento valiente de acercar la cultura mediterránea al país de los videojuegos, sino que además nos proporcionará a nosotros, los occidentales, una nueva forma de encarar la historia. Hércules ya no será tan musculoso como Kevin Sorbo, sino que contará con un aspecto más atlético. Él y el resto de su equipo deberán enfrentarse a monstruos de lo más variopinto,  híbridos entre animales reales y otros que lo son menos. Esta vuelta de tuerca será, a todos los efectos, un cambio radical en la manera de enfocar la vida de Hércules, atrevida y llamativa, pero a la vez muy favorecedora y convincente a la hora de forjar un videojuego.

La base japonesa en la que se asentará el título no es meramente estética, sino también jugable. El título podría ilustrar cualquier manual de Cómo jugar a un videojuego J-RPG, género que le sienta de maravilla a Hércules. Exploraremos la antigua Grecia, pasando por algunas polis importantes y también por diversos templos de sus deidades respectivas. Tanto el mapeado general, que nos recordará poderosamente al de Chrono Trigger, como el de cada zona, evocadores de Zelda Phantom Hourglass pero más planos, serán lugares de mero tránsito; no demasiado cuidados, pero que conseguirán cumplir con su función. La exploración se mostrará sólo como una excusa para visitar una ciudad (u otras zonas) y continuar con nuestro camino. Excepto en las ciudades, en los demás sitios podremos entablar combates aleatorios contra las criaturas que morarán por allí (al más puro estilo Final Fantasy: vas caminando y ¡sorpresa!, a pegarte contra algún bichejo).

El ir explorando la Grecia antigua será la premisa del misterioso argumento que nos presentará el juego. Tras unos minutos iniciales donde reinará la confusión, Hércules aparecerá varado en una playa, inconsciente. Veremos cómo un chico es perseguido por lo que parece ser un guardia con un espadón de los grandes, y aunque los dos prestarán una mínima atención al héroe, acabarán pasando de él de mala forma. Por casualidades del destino, Hércules despertará amnésico; seguirá al chico, Leucos, quien comprobará, tras darse un par de buenas galletas contra el suelo, que Hércules también es inmortal; así que Leucos -unilateralmente, ya que nuestro héroe no habla- decidirá que los dos deberán dirigirse al Monte Olimpo a que los dioses le restauren la memoria. Éste objetivo principal se mezclará con la resolución de las incógnitas que presentará el juego, interesantes y que nos mantendrán atentos a la pantalla. Por el camino deberán cumplir diversos objetivos para avanzar (como lograr enrolarse en un barco para abandonar la isla… las típicas quests de turno) durante las que nos encontraremos con seres de lo más variopinto, desde ninfas, sacerdotisas, marineros, exorcistas, hasta enemigos al más puro estilo Final Fantasy (es imposible no pensar en esta saga al ver a los bichos-enemigo a los que nos enfrentamos, ya que desentonan tanto aquí como en la susodicha franquicia), que van desde abejas gigantes, a lagartijas de colores oscuros capaces de hacer magias, a gusanos verdes gigantes… es decir, la fauna autóctona griega típica; o los jefes, grandes y poderosos. Muy duros de pelar… Hasta el propio juego nos avisará de que van a ser duros de pelar y que te equipes, no “bien”, sino “lo mejor que puedas”. Esto último no será broma.

La exploración dará paso a los combates. El sistema jugable de los mismos seguirá a pies juntillas  casi todos los estándares del género. En mi opinión, esto entraña más virtudes que peros, pero también hay defectos. Es muy bueno porque cualquier rolero avezado podrá exprimir a tope todas sus posibilidades en un margen corto de tiempo. Estados, ataques físicos, magias, armas, subir de nivel… todo está ahí, aunque con unos detallitos que hacen del título algo un poco distinto del resto, por otra parte, los jugadores novatos podrán hacerse con el control fácilmente aunque con más entrenamiento, ayudándose de un completo tutorial, incluso en combate. La novedad más destacable es que los personajes se posicionarán en una especie de minitablero al comenzar la batalla y que servirá para desarrollar tanto estrategias de posición como ataques a corta y larga distancia. La única pega del control es que es tan clásico que no aporta nada llamativo a los que somos veteranos, cosa que no quita que siga siendo una alternativa a tener en muy en cuenta en Nintendo DS.

El argumento es adictivo, ya desde el pitido inicial se nos presentarán situaciones que tardarán bastante en aclararse, como la amnesia de ? ? ? (nuestro protagonista se llama así) o la primera escena con el mago, o que haya otro personaje llamado Hércules. Si además tenemos en cuenta el interesante giro de tuerca que se le ha dado al mito, el prometedor cambio de look combinado con un sistema de combate clásico, tendremos las cuatro columnas (sí, es un juego de palabras con pilar) sobre las que se asientan las bazas de este Glory of Heracles. El título entra fuerte en Nintendo DS y ofrecerá a los jugadores muchas horas de diversión. Aquí en España no son pocos los aficionados a los juegos de rol, y cualquier poseedor de una DS aficionado al género debería darle una oportunidad porque seguramente le enganchará. Las expectativas para este juego son altas. Os lo dice uno al que este género no le atrae mucho y que tiene muchas esperanzas puestas en el título. Hércules llega dispuesto a arrasar con todo y a dejar su huella en la historia, esta vez en la de la portátil de doble pantalla. Sólo cabe esperar que salga pronto en Europa, ya que juegos de este calibre salen de uvas a peras. Quién diría que Hércules y el J-RPG se iban a llevar tan bien…

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